Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Amigo Félix, cuando llegues al cielo



Los viejunos como yo, os acodaréis de una canción de Enrique y Ana (dúo musical infantil formado por una niña y un sinvergüenza) que se llamaba Amigo Félix (la canción, no el sinvergüenza).  Sobre la canción y lo que voy a escribir sólo hay dos puntos en común, el amigo Félix y el cielo.  Por si no os acordabais o nunca la habéis escuchado, aquí os dejo un vídeo de la canción (si os acordáis, os podéis ahorrar el mal trago). 



El amigo Félix sobre el que quiero hablaros, no es el mismo al que se refería el conjunto músico-vocal (Gomaespuma dixit).  El de la canción era otro. Si hombre, el que nos hablaba de los lirones caretos, los abejarucos, el buitre “Leonardo” y demás fauna ibérica.   Vamos a hablar de otro que también ha ido al cielo pero de distinta manera… además éste ha vuelto (a toda leche, eso sí). 

El amigo Félix es el del apellido impronunciable que se tiró desde “tóloalto” y rompió la barrera del sonido (ahora que vuelva a subir y la arregle).  ¿Que no sabéis quién es? El que se disfrazó unos días antes de “Jalogüín” para pegar un salto y tuvo a medio mundo, y algo más, pendiente del salto para abajo.

Y yo me pregunto ¿Qué mérito tiene un salto para abajo? Si total, se ha dejado caer. Vale, desde 39 kilómetros, pero para abajo.  Si hubiera sido en la modalidad de salto “parriba”, lo entendería… ¡Qué injusta es la vida!  Harto me tiene el señor Baumgra, Baunglan…. ¡Cojones, ya! ¿No podía llamarse López o Rodríguez como cualquier persona de bien?  Os lo dice uno que tiene apellidos fáciles (Merchán y Ayllón).  

¿Por qué no creo que tenga mérito?  He vuelto a hacer un estudio concienzudo para exponer mis razones.  
  • Vale, que puede tener mérito tirarse desde ahí arriba, pero es que ibas dopado con Red Bull.  Por cierto,  que las alas se las habrán dado a otro, porque este iba con un paracaídas  (¡Así cualquiera!). 
  •  Se tira con las condiciones climatológicas adecuadas. Si hubiera sido español, ni lluvia, ni tormenta, ni nieve ni nada. Anda que no se lo pensó para tirarse, si hasta tuvieron que suspender un salto.  A un español o latino en general, no hacia falta más que decir ¿A qué no hay c…?  Antes de terminar la palabra cojones ya está saltando. 
  • Como es austriaco, y sabemos que estos señores no quieren a sus madres, ni siquiera se llevó una rebeca para subirse tan alto.  Eso sí, un casco y un traje de papel albal.  Ya me imagino a su madre diciéndole:
-  “Si vas de traje, vas de traje, con tu americana y tu corbata como Dios manda, pero salir así. ¿No te da vergüenza ir con un chándal blanco que te queda grande y publicidad por todas partes?   ¡Ayyy, si tu padre levantara la cabeza!”.  
-  Mama, si es por la temperatura.  
-  ¡Pues te pones el jersey gordo de ochos que te regaló la tía Gertrud en Navidad y santas pascuas!  Y además, ¿te irás sin haberte tomado la merienda?
-  Mamaaaaaa, que me dan una bebida isotónica (por no hacer publicidad :-) ). 
-  Ni isótopos, ni isótopas, te tomas un vaso de leche caliente y las madalenas.  
 
  • Y la mujer. ¿Es que no ha pensado en su mujer?  “Sufriendo por el capricho del hombre éste y los dichos saltitos.  Que si ahora me tiro desde las Torres Petronas, ahora cruzo el Canal de la Mancha… ¿Y tirar la basura? Eso no mola, ¿verdad?  ¡Pues llévate la bolsa y la tiras desde arriba y así aprovechas el viaje!”.
  • Lo mejor del tal Félix ha sido una cuenta de Twitter de coña Señor Baumgartner™  con joyas tales como:
  • Hola, ¿está Felix Baumgartner? —Sí, ahora baja.        
  • Sergio Ramos me acaba de enviar una petición de amistad en Tuenti preguntándome si he visto por algún lado su balón...
  • Untar mi espalda de mantequilla para ver de qué lado caigo...
  • "Os juro que la barrera del sonido ya estaba rota cuando yo llegué" Felix Baumgartner 2012.
  • A la única persona que veo desde aquí arriba es a Falete.
  • Tendría su gracia que tras saltar desde 36 km aterrizara en el aeropuerto de Castellón...
  • Éste salto será un pequeño paso para la humanidad, pero un hostión del copón para mí.
  • Sara, ¿qué tal está cayendo Felix Baumgartner? —De momento a todos muy bien. Es gracioso y muy majo —Gracias Sara.
  • Verás que ahora llega un Angry Bird y se carga mi globo...
Ahora podréis decir, que ha servido para demostrar la efectividad del traje (ya puede ser bueno, para lo feo que era), o que se han batido varios récords (caída libre, romper la barrera del sonido y vuelo tripulado en globo al punto más alejado).  ¡Vale y qué! Pues anda que no hay récord chorras y un libro entero para poner las tontás (el de un tal Ginés y sus récords).  

A ver quién mejora éstos (más baratos y sin tanta cobertura televisiva): Lanzamiento de güito de aceituna, el eructo más largo y ruidoso, comer 100 hamburguesas en un minuto, romper latas con un látigo, coleccionar conos de tráfico… Eso sí que es mérito y no las del amigo Félix, cuando subió al cielo.


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