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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Ahora no me viene bien y otras excusas para no recoger un Nobel

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Suecia pilla un poco retirado de casi todas partes.  Menos a los suecos que lo tienen cerca, al resto de gente no le viene bien pasarse por allí. Aunque sea para recoger un Nobel. Hace frío, cómprate un traje para la ocasión, mira vuelos para Copenhague, darte cuenta de que eso es Dinamarca, escribir correctamente Estocolmo en inglés, que es casi igual, pero que siempre te sobran o faltan letras, buscar Estocolmo en Google y comprobar que allí hay gente que tiene un síndrome…. Total que es un jaleo y el señor Dylan ha dicho que lo agradece, que se siente muy honrado, pero que ir para allí que no, que si eso le manden el Nobel a cobro “revenido”, que ese día precisamente va el del gas a mirarle la caldera y luego tiene dentista, que anda muy liado.  Y es que todos ponemos excusas. A veces para no hacer cosas y otras para justificar que no las hemos hecho… hay todo un mundo de fantasía con las excusas. Vamos a contar mentiras tralará.

El infiernillo o no te deseo el mal pero ojalá vivas rodeado de gente que…

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No sé cómo está el tema del cielo o el infierno ahora según la iglesia. Esto es como con los ministros de Educación, cada vez que hay uno nuevo cambian las leyes. Los papas hacen lo mismo. No hay cielo. Ahora sí, pero diferente, y sin San Pedro, ni San Miguel, ni ninguna otra cerveza. Ya no hay purgatorio. El infierno está privatizado y sólo funciona para los malos malísimos. Y así con todo. Pero estoy convencido que hay un infiernillo. No me refiero al aparatejo este que servía para calentar leche, el café, o un huevo. Te recomiendo que lo uses con cuidado y que los huevos no sean de personas humanas. Es más como un sitio al que vaya gente que tampoco es que merezca un castigo divino, pero sí que se lleve un pequeño escarmiento. Un infierno pequeño. Como un rincón de pensar para los mayores, y que aprendan la lección. ¿Y quién merece ir al infiernillo? Yo voy a dar mis ideas y luego ya votamos entre todos para ver si les castigamos o no.   Allá vamos.

Si tienes 4 naranjas, a qué velocidad se chocarán los dos trenes y otros problemas del colegio

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Desde muy pequeños, ya desde el colegio, te preparan para sufrir. En cuanto te enseñan las letras y los números vienen los problemas. Pasamos del Mi mamá me mima y contar del 1 al 10 a tener que quitar manzanas a otros niños. Problemas y más problemas. Luego ya de mayores nos ponen más problemas. Llegar a fin de mes, pagar la luz, el agua, el tráfico, la hipoteca, tener que elegir entre un político malo y otro peor… Pero yo cuando sufría de verdad era de pequeño. Y me explico.

No estamos bien rematados o lo mal hecho que está el cuerpo humano

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Antes de nada deciros que no es nada personal. No me refiero a nadie en particular. Esto es un caso genérico, hombres y mujeres, y viceversa. Todos, estamos mal hechos. Y no, no es cosa de ir al gimnasio o de operaciones de cirugía estática (como las bicicletas o la electricidad). Es que venimos mal hechos de serie. Como los teléfonos que explotan, pero en personas. Ni siquiera la modelo más guapa se salva. Ni Miss, ni Mr. Universo. Que tu dirás, ¡Envidia cochina que CR7 está cuadrado! ¿Qué Charlize Teron está mal hecha? Tú sí que estás mal hecho. Y acertaréis. Que es cosa de todos, como hacienda. Que aquí no se libra nadie… Bueno lo de hacienda sí que hay gente que se libra, pero de esto no. Ya veréis como os convenzo de que venimos con defectos de fábrica.