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Mostrando las entradas etiquetadas como Javier Merchán

Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He ...

Esto sí es Hawái, qué guay

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Antes de empezar, os debo una explicación a los seguidores del blog. Y esta explicación que os debo, os la voy a dar. Seguro que sabréis perdonarme por haberos dejado una semana sin post (algunos de vosotros, sois buenas personas, no todos), pero es que he estado de vacaciones, y aunque me encanta escribir, he estado un poco liado con el viaje y disfrutando de un ¿merecido? descanso. Y ahora, vamos al lío. En el post de esta semana os cuento dónde he estado y os dejos unos datos, totalmente inútiles sobre el lugar de vacaciones. Este año ha tocado ir a la isla de Oahu, Hawái (sí, a mí también me resulta raro que tenga tilde, pero si lo dice la RAE, habrá que hacerle caso. Yo hubiera escrito Jagüay, que suena mejor en castellano, pero tampoco es cosa de inventar, y además en inglés lo complican más y le ponen otra i, Hawaii). Y os preguntaréis qué se me ha perdido allí, con lo lejos que está. La verdad es que me dejé un encendedor la vez que estuve allí hace unos años y me ...

Haciendo las Américas

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O cruzar el charco, que también es otro de los topicazos que se utilizan para decir que se va a América. Da igual si es la del Norte, la del Sur o la de en medio, como dice mi sobrino (perdón a los de América Central, sólo tiene 9 años). Este post es para daros unos pequeños consejos (que espero no hagáis mucho o ningún caso), si viajáis a Estados Unidos. La famosa canción de Yo Tengo un Tío en América Preparar el viaje Antes de viajar a Estados Unidos tenéis que rellenar más papeles que para una boda. En realidad no tengo muy claro el trámite para casarte, pero para ir a USA necesitas cumplimentar algún que otro formulario. Tú oponte a todo, como el PP cuando no está en el gobierno.  Di a todo que no, o puedes tener algún que otro problema. Para los que no sepáis inglés, lo que quieren decir es que si vas a cometer alguna actividad criminal o inmoral mejor no vayas. También te preguntan si has tenido algo que ver, entre 1933 y 1945. con la Alemania Nazi o ...

Ven a la escuela de calor

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¿Os acordáis de la canción de Radio Futura? Tiene que estar bien lo de ir a una piscina privada en la que las chicas desnudan sus cuerpos al sol. ¡Hace falta valor! Pues ahora que estoy en el país donde fabrican la lluvia, también puedo decir que aquí también se está agustito. No os engaño ni me ha patrocinado el post la Oficina de Turismo de Irlanda. ¡Estamos a 26 grados y hay sol! Y dicen que por Inglaterra hay una “jit güeif”, que es ola de calor, pero ellos como son más sofisticados, lo dicen así. Pero aquí no hay piscinas privadas, y si las hubiera o hubiese, serían climatizadas porque para utilizarlas un par de veces al año, no te vas a gastar la pasta en fruslerías (palabra casi tan bonita como bagatela, amén de sinónima).  Ni las chicas desnudan sus cuerpos al sol. Se ponen bikini y ese color níveo (nada de publicidad, es una forma de decir blanco, que os lo tengo que decir todo), pasa en cuestión de horas a color codillo. ¿Queréis saber más cosas sobre el ...

Hasta los cajones

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Dicen que las mudanzas son una de las situaciones más estresantes del mundo. Ahí discrepo. En general, no es nada del otro mundo… la de los demás, pero si te toca a ti, ya es otra cosa. Es una putada como la copa de un pino (¿De dónde vendrá esta expresión)? Además de trasladar tus cosas de un lado a otro, ropa, muebles y demás enseres (¡Qué palabra tan bonita!) que ya de por sí es jodido, también está el comprar nuevas cosas, papeleo, cambio de domiciliaciones, dar de alta servicios como el teléfono, Internet, luz. Vamos que no se lo deseo a nadie. Yo creo que a Dios se le olvidó una plaga de mudanzas entre las que envió a Egipto para darles un escarmiento. No quiso cebarse con ellos.  Uno de los protagonistas principales en toda mudanza son las cajas, cajitas, cajones y demás variantes del mismo elemento tomadas de millones en millones. No sabías que había tantas cosas en una casa tan pequeña. Da igual que salgas de un apartamento de 25 metros cuadrados a una mansió...

¡Vade Metro!

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¿O es vade retro? Nunca se me dio demasiado bien el latín, pero es algo así como ¡Qué te pires! ¡Échate pallá! Niños, si os sale algún texto en latín (igual con el cambio de ley de Educación tenéis que estudiar religión en esa lengua del infierno), no lo traduzcáis así, esto es una interpretación libre. Bueno, a lo que voy. No es que esté en contra del metro, ni mucho menos. Es uno de los mejores medios de transporte y el de Madrid no está nada mal (a pesar de los políticos). Limpio, rápido y cubre gran parte de Madrid y alrededores (Comunidad de Madrid, ya si eso, os paso la factura más adelante). Pero es que ha cambiado mucho desde que lo utilizaba a diario. En los últimos años he montado más en  metros de otras ciudades y hasta hace poco no había vuelto a ¿disfrutar? del de “Madrí”.  Llamadme antiguo (si tenéis cojones), pero se han perdido algunas cosas que le daba al metro el sabor especial que tenía (como Sevilla, pero en versión gustativa). Del olor, me quedo ...