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Mostrando entradas de marzo, 2018

Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Los bancos: ¿Y si al final hay que quererlos?

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Amiguitos, hoy vamos a hablar de los bancos. Son esos sitios en los que en las películas del oeste los malos entraban a robar con la cara tapada, llegaba el “cherif” cogía a los malos y los ponía entre rejas. Las cosas han cambiado. Ni siquiera hace falta ir al banco, ahora vienen ellos a ti… y tampoco está tan claro quiénes son los malos, y si te defiende alguien. Yo, que, de economía tengo conocimientos a nivel de usuario (es el nivel que se pone en los currículos para decir que tienes entre poca y nada idea del tema) tengo muchas dudas sobre los bancos… Más dudas que un disco de los Panchos.   A ver si entre todos podemos aclarar las dudas.

Stephen Hawking, Napoleón, Marco Polo y los del Chiringuito

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Si no sabéis quiénes son los del Chiringuito, eso que ganáis. Si sólo sabéis quiénes son los del Chiringuito y no conocéis a Hawking, Napoleón y Marco Polo, puede que estéis en el blog equivocado.  El resumen del Chiringuito, es que un montón de señores se ponen a hablar de fútbol, como en el bar, pero televisado, que eso no es lo grave. Lo peor es que hay gente que le interesa lo que dicen estos señores algo menos inteligentes que “Stifen Joaquin”. Os voy a ahorrar un vídeo de los señores del Chiringuito o de los que hablan de fútbol en el bar, pero sí que vamos a dejarles un espacio para que nos describan a algunos personajes de la historia.  Stephen Hawking ¿El de la silla eléctrica que habla? Pobre hombre. Se nos ha ido sin haber ganado ni un Goya, ni una medalla en los Juegos Olímpicos, ni nada… ¿Y este hombre qué méritos tiene? Hablar de los agujeros negros e investigar el universo. No, si para perder el tiempo sí que hay dinero. ¿A quién le importan

El día del hombre y otras cosas que no son necesarias

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Una de mis películas favoritas, tiene una escena que podría servir para contestar a todos estos idiotas e “idiotos” (de cualquier sexo, raza y religión) que aún van por ahí con lo de ¿Para cuándo el día del hombre?”. Con esto podría acabar el post y quedarme más a gusto que en brazos, pero soy como nuestro presidente del gobierno, que al final hace lo imposible y se lía. Como ya habido gente con más conocimiento que yo explicando por qué era necesario que las mujeres se manifestaran y reivindicaran sus derechos el pasado 8 de marzo, vengo yo a decirte lo que no es necesario… Y esto vale para el 8, el 9, 13, 14, 15 y 16, todos iguales para mi seréis… Obsérvese (que quiere decir, que os fijéis), que hoy es Martes y 13. Dentro vídeo. Y esta explicación que os debo os la doy después de la publicidad. Prometo que dura menos que las pausas de Antena 3. Ya estamos de vuelta. Y ahora voy con lo que no es necesario.

El mundo es mucho mejor con estas palabras y frases

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Ya sabéis que me gustan las palabras. No todas, que hay algunas feas y esas no se dicen. Y otras que tampoco se dicen son las palabras grandes, las palabrotas, pero esas no las digo porque me enseñaron de pequeño que está muy feo y claro, yo siempre hago caso.   Pero las bonitas hay que decirlas más. Incluso dedique un par de capítulos a algunas de mis palabras favoritas, de la A a la M , entre las que se encuentra birlibirloque, estupefacto y lepidóptero… y de la N a la Z . Algunos ejemplos son pepitoria, tiquismiquis, vesícula… Más bonitas que un cesto lleno de gatos. Pero hay otras palabras que hacen que el mundo sea mucho mejor. He aquí un ejemplo. Yo no he ido nunca a Nairobi, pero sí me he montado en una bici epiléptica en el “ginasio”. Vamos con algunas de estas palabras que hacen que el mundo sea maravilloso.