Prohibiendo a Billy Elliot y a Forrest Gump

Probablemente hayáis leído la noticia de que la Ópera de Budapest (todos somos muy “fanes” de las noticias sobre la ópera, y más concretamente de la de Budapest) ha suspendido el musical Billy Elliot por una campaña en la que advertían que los jóvenes corrían el riesgo de convertirse en homosexuales. Obvio. Tú vas al teatro, ves a gente bailar y te vuelves homosexual al instante. Como cuanto te tomas una pastilla efervescente y se pasa el dolor de cabeza, pero en “homosexualismo”. Isofacto, hisofato, ipso flauto, Inmediatamente. iOjo! Sólo si eres joven. Si eres mayor, ya se te pasa. Eres inmune a estas cosas. Pero es que los jóvenes son muy influenciables. Van por ahí, confusos y cualquier cosa les afecta. Y para que no les pase nada, voy a proponer unas proposiciones que paso a enumerar. Como os iba diciendo, vamos a seguir prohibiendo cosas para que los chavales no se hagan homosexuales, ni cojan caramelos de extraños, ni les dé por la drogaína, ni les pase nada malo. Pero