Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Consejos para no indignar a nadie, nunca, jamás, never ever, and forever

Iba a comenzar preguntando si no teníais la sensación de que estamos todos indignados. Pero no, no es una sensación. Estamos indignados. Todos. Tú también. No te hagas el chulito o chulita.


Da igual si estamos a favor de una cosa, o de otra, o de ninguna. Indignados sin fronteras. Porque sí, porque no, por “tugal”, y por si acaso.


Estamos todos muy suscpet, supesti, suspecti…. Que no aguantamos ná, pero ná de ná (medida para medir la indignación). Voy a daros unos consejos para no indignar a nadie.  Al menos que este blog sirva para algo. ¿Qué hacer?, ¿Cómo actuar? ¿Preparados?




¿Ya os habéis puesto cómodos y estáis preparados, listos, ya, para los consejos? Pues allá vamos.

Consejos para no indignar a nadie


Sentimos comunicarles que ha habido un fallo de la transmisión y pasamos a ofrecer unos minutos musicales.


Perdón por el fallo. He estado buscando en todas partes y no, no hay consejo posible para no indignar a nadie… Ni en Google, ni la Wikipedia, ni en las páginas amarillas, ni en el cajón ese donde metemos los hilos, las pilas y todas las mierdas que no sabemos dónde meter… o en la caja de las galletas danesas. Nada, que no encuentro cómo no indignar a la gente.


Ya, ya sé, ahora estáis indignados conmigo porque os había dicho que iba a hacer algo y no lo he hecho… Pero eso hacen los políticos y no os enfadáis con ellos… Bueno sí, también, que los políticos no son el mejor ejemplo de “indignadores”.


Da igual lo que hagas, o incluso que no hagas. Vas a indignar a alguien en algún momento. La gente se va a indignar con cualquier cosa que digas. O con cualquier cosa que no digas, pienses, o ellos piensen que tú pienses…


A pesar de todo, sí os voy a dar unos temas a evitar para que la gente se indigne. Y estos temas valen para cualquier país, región, comunidad autónoma, pueblo, vecindario o ascensor (que ahí también nos indignamos).


Vamos con cosas que indignan.  

Opinión

Dar tu opinión sobre algo es apostar sobre seguro. Alguien se va a indignar. Sobre cualquier cosa, da igual. Hay gente que se indigna porque hay opiniones distintas. Otros incluso se indignan porque la gente tenga opinión. Eso sí, si alguien opina como tú, entonces es que es una persona cabal y con sentido común… ¿Qué es lo contrario de cabal? ¿Descabalgado?

Política

Si mezclas opinión y política ahí ya sí que te la estás jugando. Si quieres indignar, sólo tienes que decir algo como “pues anda que la que está liando el Partido de los Ciudadanos Unidos Jamás Serán Vencidos Socialistas Populares”. Y saldrán los defensores del partido,  y el tú más, y anda que tú, pues anda que aquel, nosotros, vosotros y ellos… Y ya es cuando nos liamos a repartir a diestro y siniestro, izquierda, centro y derecha.

Fútbol

Aquí hay varias subcategorías y puedes indignar por diferentes razones. Por hablar del árbitro, por no hablar del árbitro, por no ser del equipo correcto,  por pensar que un jugador es mejor que otro, por decir que es penalti, por no decir que es penalti, por decir que no te gusta el fútbol, Cualquier razón es buena… Para indignarse.  Y si un futbolista opina de política, ya ni te cuento. Un triple salto mortal con tirabuzón de la indignación.


Religión

Os acordáis de una canción que decía “al jardín de la alegría quiere mi madre que vaya…”. Pues en este jardín no te metas, que tiene poca alegría. Si crees malo, si no crees peor… creo que voy a salir de aquí cuanto antes. ¿No crees?

Música

¿Os podéis creer que hay gente que le gusta Enrique Iglesias? ¿O la tuna? ¿O la tuna cantando canciones de Enrique Iglesias? No me digáis que no es para indignarse… Hasta el punto de que hay gente capaz de pelearse por los gustos musicales. ¿Os imagináis a los amantes de la música de Mozart quedar para pegarse con los que escuchan a Beethoven? Seguro que sería algo así.



Realmente podríamos incluir cualquier tema. El cine, el teatro, las series de Televisión, los seguidores de Star Trek, los de la Guerra de las Galaxias… todos se van a indignar. Aunque a Yoda le dé un poco igual. 


La buena noticia es que hay cosas que no indignan.

Cosas que no indignan

Dejadme pensar… Vamos a ver…


Parece que hay algo que no funciona… Esto es INDIGNANTE J





Comentarios

  1. Pues yo creo que me indigno poco. pero cuando me indigno, como soy muy Madrileña y me encanta la zarzuela exclamo: ! DITAS SEAN LAS CIRCUNSTANCIAS!

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