Mis palabras favoritas. Capítulo I, de la A a la M.

¿Tú no tienes palabras favoritas? Yo sí. Muchas. Y no todas me gustan por la misma razón. Unas me hacen gracia (aunque puede que no sean graciosas para nadie más), otras por su sonoridad, porque son onomatopéyicas (ejemplo de palabra bonita), porque se han pasado de moda o las utiliza todo el mundo. Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito… o sí. Siempre al límite, voy a escribir sobre gustos, sobre los míos. Tengo que especificar que sólo voy a utilizar palabras en castellano. Hay palabras en otros idiomas que me gustan también… aunque no sepa que significan, ni cómo se pronuncian. Tengo que confesar que hay algunas palabras españolas que he escogido que tampoco sé muy bien lo que significan, ni su etimología, ni su taxidermia… del griego taxi (vehículo con conductor que habla por los codos) y dermia (tener un poco de fresquito… si te pasas de frío se llama hipodermia y mejor que te abrigues). Prometo no abrumaros con muchas palabras, y además os lo divido