Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Inmigrante agrede verbalmente a pacífico suizo o no.

Un buen titular tiene que cumplir unas características. Los titulares, a diferencia de los suplentes, tienen que ser buenos. No hace falta que sean verdad. Sería aconsejable, pero no es estrictamente necesario. No tienes más que ver los titulares de algunos periódicos.
Si hablas con el señor suizo presuntamente agredido el titular es veraz. Si hablas con el inmigrante, es totalmente falaz. El titular y el suizo, ambos dos falaces a más no poder. Y tampoco era pacífico. Y es probable que tampoco fuera suizo.  
Pocas veces os cuento historias sobre mí en el post. Alguna que otra, como aquella historia de unos trapecios, o cuando me quedé colgado en el “descensor”. Hoy va a ser otra ocasión. El inmigrante del título soy yo.
Jueves 21 de Mayo, día de la ascensión de la Virgen. No es que tenga muy controlado el día que asciende la virgen, pero es que es fiesta en Suiza. Así son de caprichosos aquí. No celebran el Dia de la Inmaculada, ni la Constitución (con lo que se pierden un puente de escándalo) pero celebran que suba la Virgen. Yo, cuando subió el Atleti, también lo celebré. Perdón por la irreverencia.
Como iba diciendo, era día de fiesta y me dispuse a dar una vuelta aprovechando la buena temperatura y que en Suiza no hay horario para salir a hacer deporte. Sólo tienes que guardar la distancia. Aunque no lo digan, también se aconseja que no cojas caramelos de extraños, y si te ofrecen drogas, no las aceptes (a no ser que sea una oferta que no puedas rechazar).
Seguimos. 11 de la mañana, día 21 de mayo. Exterior Suiza. Inmigrante español (os recuerdo que soy yo) caminando por un sendero (el mismo que podéis ver en la foto de debajo). A unos 50 metros delante de mí, camina una persona humana (no voy a discriminar por razón de sexo, pero creo que es un hombre). A medida que voy caminando, me aproximo al sujeto en cuestión. No os voy a explicar la teoría de la relatividad, pero mi velocidad es relativamente mayor a la del individuo y de ahí que me aproxime a él a medida que pasa el tiempo.
Esta zona suele estar vacía, pero siempre te puedes encontrar a un par de personas paseando un perro, o dos… que tampoco vamos a discriminar a los perros. El día 21 de mayo había más personas en la zona que cualquier otro día. No hice la cuenta exactamente, pero pongamos que había 5 personas y 10 perros. También hay vacas en la zona, pero no vamos a contabilizar a toda la fauna y flora de la zona. Ahora sí que estoy discriminando.
Cuando ya estaba a unos 10 metros del señor (ya puedo asegurar que es una persona humana del género masculino), se paró y se quedó mirando al resto de gente. Yo, me eché a un lado y seguí caminando mientras intentaba esquivar al señor y guardar la distancia.
El señor se dirigió a mí en perfecto alemán. No puedo asegurar si era perfecto o no, pero alemán era. Yo que seguía intentando esquivar gente y guardando la distancia, además de ir escuchando música, me quité los cascos y comenzamos una conversación. Traduciré del inglés al español, y fue tal que así.
Yo:  Sorry?
Señor Suizo:(a partir de ahora SS, y gritando) ¡Guarda la distancia! Cuando camines, tienes que guardar la distancia
Yo: Y eso hago. De hecho estoy a 5 metros.
SS:  No es verdad, estás a menos distancia. Además, aquí hay mucha gente.
Yo:  ¿Qué quiere que haga? Lo que no tiene que hacer es pararse en medio.
SS:  Menudo comportamiento de mierda.
Yo:  Por favor, siga andando. Está molestando a los demás.
SS: Imbécil. Guarda la distancia (yo ya había cruzado una carretera y me encontraba a más de 20 metros… Él estaba intentando cruzar y casi la atropella un coche).
Y así, acabo mi conversación con el señor. Yo seguí caminando y no he vuelto a ver al señor. Entonces, ¿De dónde he sacado el titular?... Como tengo mucha imaginación para las chorradas, me imagino que este señor tiene un blog y está contando la historia, desde su punto de vista.
Lo ideal sería escribir con letra Helvética, para diferenciarlo de mi versión, pero vamos a intentarlo con la misma fuente. 
Iba yo caminando a buen ritmo. No puedo afirmarlo, pero creo que casi a velocidad de récord del mundo, cuando llegué a ese punto donde la gente sale a pasear con sus perros. Maldita gente y malditos perros.
Millones de perros y cienes de personas me bloquearon el paso. De repente, salió de la nada un inmigrante y se situó a una distancia poco recomendable en estos tiempos de pandemia mundial.
Amablemente, me dispuse a advertirle de su falta al cumplir la distancia apropiada. Estaba a unos 5 metros de mí. Cuando claramente debería haber sido un kilómetro y medio como dicen las autoridades. Ratificando mi suposición de que estábamos ante un inmigrante, no entendió mi solicitud de guardar la distancia en nuestro idioma. Para más inri, llevaba música puesta. Seguro que era un hippy que escuchaba música yeyé.
Cuando se quitó los cascos, me miró desafiante y me dijo. Sorry? La conversación fue la siguiente (él la escribe en alemán, pero os traduzco también).
Yo: ¡Guarda la distancia! Cuando camines, tienes que guardar la distancia.
YY: (a partir de ahora Yeyé de mierda y sin pararse a hablar conmigo como debería haber hecho). Y eso hago. De hecho estoy a 5 metros.
SS: No es verdad, estás a menos distancia (Estaba claramente a 4 metros 95 centímetros) Además, aquí hay mucha gente. (Eso era un hecho incuestionable y probablemente no eran todos suizos y personas de bien).  
YY: ¿Qué quiere que haga? Lo que no tiene que hacer es pararse en medio.
Yo: (Me estaba diciendo uno de fuera lo que tenía que hacer en mi propio país): Menudo comportamiento de mierda.
YY:  Por favor, siga andando. Está molestando a los demás.
Yo: ¡Imbécil! (era también un hecho incuestionable). ¡Guarda la distancia! (es cierto que estaba al otro lado de la carretera pero aún no era el kilómetro y medio necesario).
Indignante ¿verdad? Lo pondré en conocimiento de las autoridades, la policía, y hasta la guardia suiza, la que está en el Vaticano custodiando al Papa de Roma. ¿Qué es esto de ir andando tranquilamente y que alguien te agreda con alevosía y sin nocturnidad? 
 
Quizá haya exagerado un poco con el titular y con la versión del señor suizo (la conversación fue como os la he contado, pero las anotaciones son una versión traducida y siempre es bueno echar la culpa al traductor.
El caso es que nadie ha resultado dañado en la realización de este post y espero que el señor suizo se encuentre en perfecto estado y tanto él como su familia gocen de buena salud. Sin otro particular, se despide atentamente. Un yeyé.


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