Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como imaginación

Así fue o podría haber sido

Imagen
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

¿Quién se apunta a viajar en el tiempo?

Imagen
La verdad es que con estos calores apetece cambiar de tiempo y de aires, ir al invierno o al entretiempo (que es cuando hay que ponerse una chaqueta) pero no es eso de lo que os quiero hablar. Me refiero a los viajes en el tiempo. Lo que viene siendo ir para adelante, y para atrás, como los vídeos VHS pero de verdad, que no es que los vídeos sean mentira, pero… Vamos a empezar de nuevo. Cuando se habla de viajes en el tiempo se nos vienen varias cosas a la cabeza. También depende de la imaginación de cada uno, pero a mí “mesocurren” algunas cosas. ¿Te vienes?

¿Te imaginas que nos quedamos sin imaginación?

Imagen
Pues no te lo imagines, porque está pasando. Cada vez tenemos menos imaginación y repetimos lo mismo una y otra vez por los siglos de los siglos amén. Unos lo llaman homenaje, otro plagio, otros actualización, revival, volver a recordar… ¡Los cojones! Es todo lo mismo una y otra vez.    Somos la generación gazpacho. Esto todavía no se ha patentado, pero os lo regalo, por si acaso alguno quiere registrar el dominio de Internet o sacar pasta de la idea. Puede que sea cosa mía, pero yo creo que yo no hay nada nuevo… De todas maneras, Luis Enrique, deja que me explique (homenaje a los Nikis).  Y esta explicación que os debo, os la voy a dar. Aunque pensándolo bien, no solo nosotros somos la generación gazpacho… y es que la historia se repite… vamos al lío.  Y os pongo algunos ejemplos.

¿Te imaginas que los animales hicieran…?

Imagen
Yo no sé ahora, pero de pequeño, de las cosas más divertidas que se podía hacer era imaginar. Ahora también lo hago, pero no voy por la calle diciéndole a la gente. ¿Te imaginas? Eso lo hacen los políticos y los creativos de publicidad y luego nada. Y todo esto viene a que hace poco tuve un momento ¿te imaginas? Vi a una joven con un tatuaje de un delfín en la espalda. Saltando. El delfín. La chica no saltaba en ese momento. Y me imaginaba cuando fuera mayor, muy mayor. Ahora sí que hablo de la chica. Con la espalda arrugada y con el delfín allí pintado. Y empecé a imaginarme a los delfines tatuándose a personas mayores en la aleta.  Y a partir de ahí. Ya me empecé a imaginar más cosas que harían los animales. Es como mi propia versión de las fábulas y los cuentos. ¿Y si hicieran cosas como los humanos? Pobres… ¿Te imaginas? Como por ejemplo…

¿Te imaginas? 20 cosas que no pasan pero estaría bien que sucedieran

Imagen
Yo no sé en tu barrio, pero en el mío se llevaba mucho la expresión  ¿Te imaginas?  Y nos imaginábamos un montón de cosas. Que un jersey y un árbol eran los postes de una portería, que las chapas eran futbolistas, ciclistas y pilotos de F-1 (explotación laboral que se llama), que un palo (¡Un palo!) era un bate de béisbol, que el vecino de abajo era Santillana, tú eras Rubén Cano, y el tirillas era Cruyff (el portero siempre era el gordito), y la pelota de tenis era un balón de reglamento… Otros jugaban a ser piratas, o ladrones, y gritaban “a que no me pillas, cara de papilla” (eran un poco moñas y siempre les pillabas. ¿A quién se le ocurre decir eso?). Encontraban tesoros y los repartían con sus amigos y pensaban que eran invisibles, y la poli no podía hacer nada contra ellos. Otros lo siguen haciendo y les llamamos políticos. Pero no voy a hablar de lo que pasaba y nos imaginábamos, sino de lo que me gustaría que pasara. De todas esas cosas que ni siquiera los polí