Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Salutaciones, abrazamientos o cosas que pasan al saludarse y al despedirse

Hace algún tiempo ya proponía regular las reglas de urbanidad y ya hablábamos de que es necesario que alguien ponga orden en la forma en la que nos saludamos o nos despedimos. Y es que no es nada fácil.


Hay gente que te abraza nada más conocerte, otros no quieren que les toque ni la lotería, algunos dan besos al aire y tienen que hacer el muá con la boca como si fueran un ventricu… ventrílu…, como José Luis Moreno y los muñecos de Maricarmen… Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo.

¿Estimado?

Cuando te llega una factura de la luz, el agua, el gas, lo que sea que te toque pagar. ¿A ti no te jode que te digan estimado? ¿Por qué dicen estimado si lo que de verdad quieren decir ES –TIMADO? Por favor, firme aquí, dónde pone el timado. Te cobran el agua como si fuera whisky de Malta (y es que al ser una isla, cuesta más traerlo de allí… ya me he vuelto a liar), y todos sabemos que cae del cielo. Yo entiendo que la luz sea cara porque meterla en esos cables tan pequeños debe costar un dineral , o el gas, que no debe ser fácil guardarlo en las bombonas de butano, pero como puede ser que te cobren el “internez” al precio que está… Si al final lo tienes que buscar tú todo, y Google es gratis… (lo voy a dejar ahí, que ya me he metido en muchos jardines)


No más queridos o queridas

No estoy en contra a que cada uno tenga los líos que quiera. ¡Líbreme el señor de decirle a nadie lo que tiene que hacer! Me refiero a que no está bien engañar a la gente. ¿Por qué empezamos las cartas con lo de querido o querida? Si no me quieres. Queridos Reyes Magos… ¿Queridos? Espera a que te traigan la corbata o la freidora, y esa colonia que huele a señor mayor recién afeitao y se te quitan los “querimientos”. Deberíamos ser más honestos y no ir por ahí queriendo a tanta gente. Si además, los reyes magos no leen las cartas… ¡Son los pajes! Sí, esos que están al lado de cada uno de los reyes, y van vestidos como la sota de bastos, pero sin la porra gorda (esto va a tener muchas interpretaciones, pero no vamos a entrar en connotaciones sexuales).


No todo el mundo es saludable

Hay gente que por lo que sea, no quiere que la saluden. Son los que te ven. Te han visto. Tú les has visto. Os habéis visto… Quiero recalcarlo bien para que luego no digáis que es que no te había visto… Me seguís ¿no? Pues esta gente no quiere que les saluden. Hacerse el longuis, el sueco, como quieras llamarlo, pero el caso es que no se alegran de haberte visto. Y se van sin saludar ni nada…


¿Qué hacer con los no saludables?

Tienes dos opciones. Voy a descartar la de no saludarle. No vamos a dejar que salga con la suya. La primera opción es saludarle aunque él no te diga nada, y la segunda es salir corriendo detrás de él o de ella con los brazos abiertos, gritando su nombre, como si fuera una canción de Nino Bravo. Eso sí que les jode. Y un codazo. Eso también jode. Pero no nos vamos a poner violentos. Bastante susto les damos corriendo haciendo hacia ellos como un poseso para darles un abrazo.


¿Un beso, dos, tres?

Deberíamos crear una comisión en la ONU o en la convención de Ginebra, o una reunión de vecinos o en algún sitio, para ponernos de acuerdo una vez por todas. ¿Qué es eso de que en unos países se den un beso, en otros dos, y en otros ya sea una ensalada de ósculos? Y no sólo el número de besos, si no por qué lado empezar… Aunque si no nos hemos puesto de acuerdo por qué lado debemos conducir, esto lo veo un poco algo más complicado.


Da la mano como es debido

Tiene que haber un término medio entre dar un apretón como si fueras a partir sandías y dar la mano como si te tendieran una merluza (sin descongelar). Tampoco vale lo de hacer la pinza. Que tampoco es tan complicado. Es sólo alargar la mano… Ah! Y también habría que regular el tiempo que dura el apretón. Si te la estrechan más de 5 segundos ya es cosa de preocuparse… Que se lo digan al primer Ministro de Japón cuando se encontró con el amigo Trump.


Puño, guiño

Si tienes más de 15 años y das la mano con bailecito, es para pensar seriamente ir a un especialista. Tiene que haber médicos para que te quiten la tontería. ¿Qué es eso de dar el puño, hacer una cabriola, cantar el aserejé y chocar el pecho? Todo a la vez. Que quedaba muy currao en el Príncipe de Bel Air. Pero tú no eres príncipe, ni estás en Bel Air, ni eres actor… y aunque lo fueras.


¿Te has dado cuenta de que los niños no se saludan?

Llegan, se sientan uno al lado del otro, se ponen a jugar, se abrazan, se tiran del pelo, se dan dos puñetazos, hacen las paces, luego se besan y se vuelven a abrazar. Y todo esto sin que hayan dicho “hola, me llamo Fulanito, encantado de conocerte menganito… pasó usted ya por casa, por su casa yo pasé… (Creo que me he ido de canción). El caso es que no necesitan darse la mano, ni ser presentados oficialmente. Se juntan y ya está. Bueno, hay alguno que no necesita juntarse a nadie… se salta todos los protocolos.


¿Cómo de amigos hay que ser para abrazarse?

Esto también habría que regularlo. Hay gente que te acaba de conocer y te abraza como si no hubiera un mañana. Y otra moda ahora es dar el abrazo de medio lao, que ni es abrazo ni nada. Mucha película americana ve la gente. Yo abogo (¿habéis visto qué bien utilizo las palabras? Abogo, del verbo abogar como  el actor de Casablanca)… por abrazar a todo el mundo. Aunque hay gente que no se lo tome bien.


Hay quién le encanta las despedidas

Seguro que os habéis encontrado a gente que no le gusta las despedidas. Se van y ya está, sin avisar. Como tu sueldo, cada mes. Otros, se despiden cincuenta veces. Bueno, me voy yendo… Oye que ahora sí que sí.  Al final, mira qué hora es y no me he ido… Y tú quieres matarle para despedirle de una vez por todas. Tiene que haber un término medio. Entre no decir nada o despedirse de todos debemos regular esto. Yo propondría hacer como en el fútbol, hacer una fila e ir pasando para despedirse de todos. Aunque a veces, tampoco funciona muy bien.


Hablando de despedidas, va siendo hora de ir diciendo adiós. Es difícil, ya lo sé, pero hay que hacerlo.

O sea, que sin otro particular, se despide atentamente, un salido, salado, saludo… Ya os dije que no era fácil J

Comentarios

  1. Y ahora yo ¿qué te mando? ¿Besotes? ¿Besitos? ¿Un abrazo? ¿Te dejo esto sin comentar? ¿Ni un mal saludito? ¡¡¡Jo, qué dilema!!!

    Pues hala, a pelo...

    ibb

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  2. Esta semana estás que te sales. Das en el clavo al cien por cien. Besos.

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