Así fue o podría haber sido

Imagen
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

¿Qué pasó con Fulanito y Menganito?

Antes de comenzar a leer tengo que avisar. No quiero que os llevéis ningún desengaño. No conozco ni a Fulanito ni a Menganito. Ni sé que ha pasado con ellos. Es una manera de hablar. No. De Zutanito tampoco os puedo contar nada. Mirad a ver si está en Facebook o algo.


El caso es que se ha puesto de moda lo recordar a gente que era famosa y a la que hemos perdido la pista. ¿Os acordáis de los actores de la serie tal? ¿Qué fue de…? de Pues el niño ya ha crecido y se ha convertido en… Espera, espera. ¿Qué noticia hay en que un niño haya crecido y ahora sea un abogado? La noticia sería que no hubiera crecido, o que ahora fuera una iguana, o un semáforo, pero que un niño después de 40 años, ahora sea una persona con más edad…


¿Y qué pasa con los que no eran famosos y nadie se acuerda de ellos? ¿O de esas cosas y modas que todo el mundo ha olvidado. Yo voy a lanzar una lanza… o romperla, o lo que se haga con  las lanzas. El caso es que me gustaría acordarme de…

El señor del Videoclub

Me refiero a todos esos señores que vivían dentro de los “videocluses”. Entre la sección de comedias y novedades. Algunos salían directamente del terror, pero esa es otra historia. Ese señor, o señora, que también las habría, a la que le preguntabas sobre esa peli en la que salía ése que sale en otra película y con toda su paciencia intentaba ayudar. O si ya había llegado la última novedad (ya sé que las novedades siempre están a la última, pero en aquella época todavía no lo sabíamos). El caso es que le hemos perdido… Y yo que le quería devolver aquella película que no me dio tiempo a rebobinar…   


Tom y Jerry

Muy bien no debieron terminar, ya os lo aseguro. No se llevaban muy bien entre ellos. Algún que otro golpe ya se dieron. ¿Por cierto quién era Tom y quién Jerry? ¿Veis que injusticia? Son como Andy y Lucas que nadie los distingue… A ver, dejadme que me explique, se les distingue, uno es un gato y el otro un ratón. Ahora hablamos otra vez de Tom y Jerry. Andy y Lucas no se han convertido… o igual ahora son musulmanes o judíos y también se han convertido… ¿Y qué me decís de Pixie y Dixie? Seguro que ahora están trabajando en cualquier laboratorio pulsando palancas, o en un laberinto buscando queso o droga, o algo. Y el gato Jinx, ¿Seguirá teniendo acento andaluz o se le va y viene como a Antonio Banderas? ¡No somos nadie!


Las cintas del pelo

Si eres hombre, no eres tenista profesional y aún llevas una cinta en el pelo, mira a ver si aún vives en los 80, y la gente lleva camisetas muy ajustadas, pantalones de campana, hombreras y bigotes. Aun se ve alguno en el gimnasio con cinta en el pelo, muñequeras, pantalones cojoneros (a la altura testicular) y calcetines por encima de la rodilla, y diciendo “Ya ves truz. Voy a mover el body y a hacer un poco de footing, porque es guay del Paraguay”.  Después de eso, le podéis matar. Lentamente, muy lentamente. Despacito.

 

El Bic naranja

Con lo fino que parecía. Al final triunfan las cosas normales. Porque bic naranja escribía fino, pero el que sigue ahí, al pie del cañón, es el bic cristal, el que escribe normal. Bic naranja contra bic cristal, dos escrituras a elegir. Fíjate que el cristal parecía menos fiable, como más quebradizo… Aunque dentro de poco nos olvidaremos también de los bolígrafos y todo el mundo a teclear como locos.


Las gaviotas de Duncan Dhu

No es que las tuvieran en su casa ahí revoloteando, que eso explicaría muchas cosas. Se preguntaban dónde estaban. Y nos dieron la brasa durante años y venga a cantar que podrás beber y lamentar y que ya no volverán sus alas a volar, y cien gaviotas dónde irán. Pero luego la gente se fue olvidando y nunca nadie más se acordó. Y de las gaviotas tampoco. Si queréis ver el vídeo de la canción, lo buscáis en Youtube, que yo paso… Podréis desprender de mis comentarios que no soy muy fan del grupo… y acertaréis.


Los cantautores

Hubo un tiempo en el que había un montón de señores que no cantaban muy bien, pero que cantaban mucho, todo el tiempo y siempre canciones en las que protestaban. Algunos incluso parece que se habían tragado una cabra, como el de Papa, cuéntame otra vez. La cosa se ha normalizado y estos señores ya no salen en la radio, ni en la televisión… Ahora es mucho peor, lo de normalizarse no quiere decir que haya mejorado. Ahora sólo sale gente perreando. Hemos pasado del cabreo, al perreo. Y esto no va a acabar bien.


La Chica de la gasolina

Hablando de perreo. ¿Os acordáis de la chica de la gasolina? Esa a la que le gustaba la gasolina, y le daban más gasolina, y así durante 3 minutos de canción. Que era mucho mejor lo de los cantautores y hasta Duncan Dhu y las jodías gaviotas. Pues resulta que dejó de gustarle la gasolina y con la crisis empezó a probar el diésel. Parece que ha madurado y ahora ya está con las energías alternativas.


Gooooool de Señor

Pues sí amiguitos. Hubo un señor que metió un gol. Metió varios, pero uno muy importante, contra Malta. Los más jóvenes o los que no estéis muy familiarizados con la historia de España, es una de las cosas más importantes que nos ha pasado. Lo de Don Pelayo, los Reyes Católicos y luego ya va el gol de Señor. Que sí, que Iniesta también ha marcado uno muy importante, pero no es lo mismo. ¿Ande andará Señor?


Naranjito, Cobi y Curro

Así juntos parecen los nombres de tus amigos del barrio. El chino, el negro, el cuatro ojos, naranjito, Cobi y Curro… Pero fueron muy importantes en su época. Naranjito en el 82 y los otros 2, estrellas de 1992. Ningún coche sin su pegatina de Cobi. Pero la fama es así, como viene, se va, como Internet. Un día estás en la cima y al siguiente nada. Ya casi nadie se acuerda de ellos, sólo algunos cuantos locos con camisetas guays como para reírse de ellos. ¡Qué ingratos somos con nuestros personajes históricos!


Las cabinas de teléfono

¿A que últimamente no habéis visto a Supermán por la calle? Normal. ¿Dónde se va a cambiar ahora? Pues tiene que ir salvando vidas en traje, con lo incómodo que es y no puede ponerse su capa, la malla y los gayumbos por encima. Que otra cosa que os iba yo a preguntar. Alguien tendría que recoger aquellos trajes, aunque fuera para venderlo luego en tiendas de segunda mano. ¿O volvía Supermán a por la ropa? Y si tenía superpoderes, ¿Para qué mierda necesita la cabina? Yo veo detalles ahí que no cuadran. El caso es que cada vez tiene menos sitios para cambiarse el superhéroe y al final si se vuelve alcohólico tendremos que culpar a Movistar o algo.


Los 7 enanitos

El Príncipe Encantado se casó con Blancanieves. Nunca supe si se había casado encantado o ya estaba encantado antes de conocerla. El caso es que todo el mundo habla de la parejita. Pero ¿Y los enanitos? Nadie más se acordó de ellos. Como son bajitos, no tienen sentimientos. Ahí seguirán trabajando en la mina. Que puede que fueran contentos, pero ya podía haber hecho algo Blancanieves. Darles un trabajo más digno para que no tuvieran que picar nunca más. Pagarle un logopeda al mudito, o llevar al médico al mocoso… ¡Algo que hiciera algo! Para que veáis… Comiendo perdices y los pobres enanitos trabajando y sin jubilación ni nada.


San José

Lo que han hecho con este hombre sí que no tiene perdón. Que sí, que le dieron un día, El Día de San José. ¿Pero que sea el día del Padre? ¿No veis ahí algo de coña con el hombre? Nadie más supo que fue de él. ¿Qué pasó con la carpintería, o ebanistería, o como se llamara el negocio de San José? Que siempre le dejaron de lado. Pintó muy poco este hombre. Haría muchos muebles, pero pintar, poco.


Seguro que se me olvida alguien… De otros, como dice Cervantes, no quiero acordarme, y casi mejor así.

Comentarios

  1. ¡Ay, Javier! Si no los recordamos, malo, porque nuestra memoria flaquea y si nos acordamos, peor, porque... ¡¡es que somos muy mayores!!

    ¡¡Brrrrrr!!

    ibb

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por leer el blog y dejarme un comentario!

Entradas populares de este blog

10 ejemplos de críticas de cine si no las escribiera un crítico de cine.

Resumen de lo más mejor y lo menos mejor

Oscar, Goya y otros señores que dan premios a los peliculeros