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Mostrando las entradas etiquetadas como Julio Iglesias

Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Carta del Ministerio de Hacienda y otras 9 cosas que dan más miedo que Halloween

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Ya os conté hace mucho, mucho tiempo, cosas sobre el Jalogüín , y cómo se había puesto de moda lo de que la gente se disfrazara de calabazas, te metieran un truco, y que los niños hicieran tratos… Quizá no sea exactamente así, pero ya sabéis a lo que me refiero. Cuando en España no había McDonalds, sí amigos, éramos un país muy pobre, y las hamburguesas se llamaban filetes rusos (lo único ruso que nos dejaban hacer en aquel entonces), la noche de Halloween no había disfraces ni truco, ni trato, ni hostias. Y el día siguiente a llevar flores al cementerio. No me digáis que no da mucho más miedo que plantar tres telarañas y vestirte de bruja piruja (siempre quise escribir lo de bruja piruja todo junto). Y es que no hace falta que sea Halloween ni que vengan los americanos a decirte cuándo pasar miedo. Como si no tuviéramos nosotros nuestras cosas para cagarnos por la pata abajo (en el extranjero no tienen una expresión que describa el terror mejor que esta). ¿Quieres ejemp

Diez cosas que les pasan a los Almendros

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No es que me haya dado por la “arbolistería”. Tampoco voy a hablar de poesía, aunque me haya salido un título muy bucólico (que aunque lo parezca, no es una enfermedad).  Muchos ya sabéis lo que es un almendro, pero por si acaso, lo explico. Lo de los Almendros viene por la gente que vuelve a casa por Navidad. Pero sobre todo, a los que vuelven de fuera de España. Sí amiguitos, hay vida más allá.   Hay versiones más antiguas del anuncio, pero viene siendo lo mismo En el anuncio de El Almendro vemos un claro ejemplo de los que vuelven. Vamos a evitar “confusionismos” e ir descartando personajes. La madre tiene bastante con arreglar el sombrero que se va a zampar el perro.  Hablamos del joven que llega a casa por Navidad. Pero hay muchos más, y a casi todos les pasa lo mismo. Que les ceban como si se lo fuera a comer la bruja de Hansel y Gretel y les abrazan y dan vueltas y un perro se les quiere subir encima… Igual lo de dar vueltas y que el perro pegue brincos no es lo

Yes I can

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O sería mejor decir, Yes I could. ¡Lo conseguí! ¡Lo he dejado! ¡No jodas! ¿En serio? ¿Qué tal lo llevas? ¡Me alegro un montón! ¿Cómo lo has hecho? ¡No puede ser! ¿Ves como podías? ¡Bien! ¿Te ha costado mucho? Algunas de estas frases, o todas a la vez, son las que llevo escuchando desde hace más de un mes. Exactamente desde el mismo día que decidí contarle a mi familia, amigos y conocidos (sin usar Facebook, Twitter o cualquier otra red social) que lo había conseguido. ¡He desinstalado Candy Crush del teléfono! ¿Qué? ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo? Esto sí que no lo esperabas. Fuerza de voluntad que se llama. Envidia ¿eh? Yo solito. Sin ayuda ni nada. Ni sesiones de hipnosis, libros de autoayuda, ni medicamentos, sin parches, sin alcohol, sin aditivos. Así a pelo. Pasaré unos días en un centro de rehabilitación, y en breve estaré con vosotros de nuevo.   Vale. No sabes, y te da exactamente igual, qué cojones es Candy Crush. Pues es un juego que… (¡Coñ