Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

¡Cuántas Galaxias para una Guerra o que te acompañen a la fuerza!

En Mayo hay muchos días. Treinta y uno para ser exactos. Pero se celebran muchas cosas. El día del trabajo, el día de la Madre, el de Star Wars el de la Victoria (que podría ser nombre de una madre, pero esa es otra historia), el día Mundial de la Luz, del Heavy Metal, de las abejas, del Whisky, del orgullo Friki, el de las Abejas Madres frikis que escuchan Heavy Metal, el día Mundial sin Tabaco…

Pero vamos a centrarnos en el día de Star Wars que para eso ya he puesto el título. Y ahora, si tuviéramos presupuesto, el post completo sería como la entradilla de todas las películas de la saga. Pero en español, y por orden.

Empezamos por el principio

La Guerra de las Galaxias se estrenó en España en noviembre de 1977. Al menos en Madrid. Y en el centro de Madrid. Y sólo en un par de cines. No os vayáis a creer que la estrenaban en “Nesfli” o en Movistar. En 1977 Movistar o Netflix serían nombres de algún Jedi o de cualquier otro personaje de la peli. Y tampoco podías verla en cualquier barrio de Madrid. Los que vivíamos en las “peripecias” de Madrid, teníamos que ir al mismo centro. A la cuna de la Libertad.

¿La Guerra de Papá o la Guerra de las Galaxias?

Tampoco había la posibilidad de comprar las entradas en Internet. Aquello sí que era ciencia ficción todavía. Visitar las Galaxias lejanas, hiperespacio, “extraterristras”, jedis y demás personajes, vale. Pero ¿Internez? Y como comprar entradas no era tarea fácil, mis padres nos llevaron (a mi hermana y a mí) a ver la Guerra de Papá, que también era en el cine y ponía Guerra. Podríamos haber acabado viendo la Guerra de los Mundos, o visitando a Alfonso Guerra.

Trabajo en equipo

Llegó el día. ¡Vamos a ver La Guerra de las Galaxias! Eso sí que fue un trabajo en equipo. No era fácil conseguir entradas. Creo que mi madre fue un par de veces al cine, al Real Cinema (no lo busquéis, que ya no existe), a comprarlas y a la tercera fue la vencida. Mi madre las compró, mi padre nos llevó al cine, mi hermana no entendió nada y yo me quedé dos horas y pico pegado a la butaca flipando.

45 años más tarde

Este fin de semana, 45 años más tarde, he vuelto a ver el episodio 4. No os voy a contar si es la última empezando por el principio, o la cuarta a mano derecha. El que puso los números es como yo con los canales de la TDT. El 1 es Cuatro, el 2 Telecinco, la 3 es canal Murcia… y así “sustantivamente”. Order!!!!

¿Y bien?

Pues no os voy a engañar. No es la mejor película de todos los tiempos. Tampoco os estoy desvelando nada, ¡Spoiler alert! Ganan los buenos. Que son los que luchan contra el imperio. El que luego contraataca.

Los buenos y los malos

Los buenos van de blanco, como los del Madrid. Parece que están jodidos durante toda la peli, pero al final ganan. Como los del Madrid. Aunque para mí no sean tan buenos. Y los malos van de negro. Como los árbitros, que generalmente son muy malos para casi todos… Aunque hay malos que también van de blanco. Esto es un lío. No está bien mezclar la guerra de las galaxias con el fútbol…

Por ahí viene Darth Vader

Si algo tiene la Guerra de las Galaxias es que te dicen cuando llega el malo. Se le ve venir. Te avisan que está llegando. Como cuando anuncian que llegan las autoridades y ponen el himno, pues aquí igual. Llega Darth Vader y te ponen su canción. No la baila ni nada, porque los malos no bailan, pero te avisan de que llega y así nadie en la película se lleva sorpresas. Aquí te dejo con unos “jailaits” de Darth Vader.

Al principio era bueno, pero…

Como el pan. No es que fuera bueno como el pan, que también. Quiero decir que el pan al principio, cuando lo hacen está bueno, pero luego con el tiempo ya no hay quien lo trague. Pues el señor Vader se le agría el carácter. Se va por la sombra, al lado oscuro. Que por lo que fuera a él no le gustaba la luz (y menos a estos precios). Aquí le tenemos haciendo una peineta intergaláctica.

¿Y los buenos qué?

Pues los buenos siempre ganan, gracias a la fuerza. Así cualquiera. Cuando eres pequeño te dicen que te tienes que comer todo, hasta el brócoli, para estar fuertes. Estos no necesitan comer lentejas, ni espinacas, ni nada. La fuerza les acompaña, sobre todo a los Jedis, que son unos señores que van en bata y tiene una espada láser. Como los guardias civiles, que también tienen espada, y láser. Y algunos seguro que tienen bata, pero para trabajar se ponen el uniforme. 

De tíos a sobrinos…

Muchos años más tarde, en esta misma galaxia, una de las tradiciones es ir con mis sobrinos a ver la Guerra de las Galaxias que toque. El episodio 8, el 9, Rogue One, Two, Han Solo, Han cortado y sin azúcar… La que sea. Es probable que me acompañen a la fuerza. Pobres… cuando eran pequeños les puse las tres primeras casi del tirón. No estoy seguro si les acompañó la fuerza, o se pasaron al lado oscuro.

Más preguntas que el examen de conducir

Estamos de acuerdo con que no es la mejor saga de películas de la historia, y que nos quedan muchas preguntas sin respuesta. Por ejemplo, cómo es posible qué sólo Han Solo entiende a Chewbacca, o cómo es posible que casi todo el mundo en la peli comprenda al “roboz” de los pitidos. O de dónde sacaban el presupuesto para la estrella de la muerte. ¿Era Calatrava el arquitecto? ¿Cuántas galaxias hay? ¿Cómo se cargan las espadas láser?

Las respuestas, my friend, están escritas en el viento, como decía otro tío raro, que también parece de otra galaxia. Pero eso, es otra historia, y ya hablaremos otro día, cuando lo veamos más claro.

Ya os aviso, como la música de Darth Vader, que la próxima semana no voy a escribir, y es que el lunes que viene, es un día importante de mayo, y habrá que celebrarlo.


 

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