Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Esto que rueda, lo llamaremos…

Siempre me ha llamado la atención lo de la rueda. Ese momento en el que se inventa y a alguien se le ocurre el nombre. A esto que rueda… lo llamaremos ¡RUEDA! ¡Qué bien pensado!
Que tiene todo el sentido. Describe muy bien lo que hace. Como el destornillador, un cortacésped, el cuentakilómetros, hasta el despertador… Hay otros que no están tan currados, como el matasuegras, del que ya hablamos en el post anterior o el $&/·”% “abrefácil!”. Siguiendo la lógica, deberían haberle llamado “sistema que en teoría debería funcionar, pero lo único que hace es complicar la vida a la gente y tienes que utilizar otros métodos más expeditivos para proceder a la apertura”. Pero era demasiado largo.
Hoy quería hablaros de los nombres de algunas cosas. No de todas las cosas, porque mira que hay cosas en el mundo. Cienes y cienes de cosas. Y además que una cosa que en un sitio se llama de una manera, en otro, van y lo cambian de nombre. ¿No nos podemos poner de acuerdo y llamar a las cosas por su nombre?
Es casi imposible que lleguemos a un acuerdo, pero por si acaso voy a aportar mi granito de arena para nombrar cosas.

Medicinas
Por si no fuera suficientemente complicado el nombre que les ponen, van los médicos, lo escriben en un papelito y ya sí que no hay quien lo entienda. Que es posible que algunos medicamentos tengan nombres muy poéticos e incluso suenen muy bonito para una tragedia griega. Quiero un Eurípides Forte para mis problemas de hígado. Pues yo te recomendaría una inyección de Lisístrata concentrada. ¿Por qué no se nombran las cosas de otra manera? Por ejemplo, mi idea para un analgésico sería DOLORÍN Colorado. Que además de decirte para lo que sirve, te da una idea del color de la pastilla. Mucho más desenfadado que la haspir, asperin… nunca me sale el nombre. Ya sabéis a lo que me refiero, el ácido acetilsalicílico de toda la vida. Dolorín Colorado y el dolor a tomar por saco (igual debería trabajar un poco en la rima).
Tu mascota
¿Qué es eso de Toby? ¿Sultán? ¿Canelo? ¿A quién le puede gustar que le llamen canelo? ¿Llamarías a tu propio hijo con uno de estos nombres? ¡Un poquito de humanidad para tu animal! Y dale apellidos, para que se sepa que tienen una familia. Que tienen un corazoncito. No te digo que le des nombre compuesto y dos apellidos a todos los peces del acuario, ni a la mosca que te viene a visitar todas las tarde, pero tu perro o gato, o tu oso… Yo a este le llamaría Bautista y le pondría apellidos guays, OSOrio, OSOborne, EspinOSO de los Monteros… Si es chica Osasuna, que también es muy bonito.
Bares
Hay bares que son más conocidos por la situación, el bar de la esquina, el de enfrente, el de aquí al lado… Otros por las características propias del dueño, como el Guarro (de esos hay unos cuantos), el Bar de Pepe, el chino, porque el dueño es filipino… Pero ellos se empeñan en llamar a su establecimiento Bar Tolo, Mesón Rojaste (me pongo colorado cuando me miras). Basta ya de nombres graciosos, al final nadie se acuerda de cómo se llaman…. O sí.   
Un poco de fantasía no está mal
Estoy pensando que sí, que pongas el nombre que quieras a tu tienda o a tu negocio. Que para eso es tuyo y pagas tus impuestos. Porque pagáis vuestros impuestos ¿no? El caso es que se me ocurren algunos nombres si vas a poner un negocio. Estas ideas son gratis, sin conservantes ni colorantes.

Artarte – Ideal para para una galería de arte en la que puedas comprar todo lo que quieras por un módico precio. Como un buffet, pero de cuadros y obras de arte.

Karl Marx cambia, Karl Marx repara – Se hacen todo tipo de reparaciones. Si tu coche es rojo es el sitio ideal. Aunque no discrimina por razón de sexo, raza o religión.

Oh Limpiadas – Limpieza en seco, en mojado, al vapor, como los mejillones. También limpiamos mejillones.  Citius, Altius, fortius (no son los tres mosqueteros). Significa que limpian más alto, más fuerte y rápido que nadie.
Banco de Lepanto – El banco que te ayuda con las letras. También con las de tu coche y el apartamento en Torreviejalicante.
Tetería Con toda el alma. Y te seguimos queriendo. Ahora el mejor té y también café. ¿De verdad hay gente que toma té, habiendo café?
Plántame, me dijiste plántame – Tu floristería de confianza. Te ayudamos con tus plantas y flores, hasta con las más difíciles. Especialistas en Rosas Lía, Trá Trá.
Sara Goza, sexóloga – Incluso aunque no pongas el consultorio en la capital de Aragón. Te vale para cualquier parte. Si prefieres Genital y Tal, también te lo dejo.

Trompas Falopio y Eustaquio - ¿Algo más innovador que una tienda de trompetas y trompas? Y aunque parezca el nombre de una empresa de camiones, Falopio y Eustaquio tienen las mejores trompas.
¿No te gusta ninguno? ¿Qué querías para lo que has pagado? Siempre hay cosas peores…
En esto de los nombres, debería haber un término medio
Ya sé que esto es bastante subjetivo, pero tiene que haber un término medio entre el arroz con leche y “fusión de cereal gramíneo bañado en zumo de bovino a la sombra del árbol y polvo de canela”. Un poquito de fantasía al arroz con leche no le vendría mal, pero sin pasarse. Lo mismo pasa con las patatas fritas, o la tortilla de patata (por supuesto con cebolla… ¡Y sin chorizo! Si quiero chorizo ya me tomo una paella… Y sin oreja…). Ya os dije que esto es subjetivo.
Y ahora, después de lo del chorizo en la paella, cambiar el nombre al arroz con leche y la eterna lucha entre los sincebollistas y a los que nos gusta la tortilla de verdad, creo que es mejor retirarme por las posibles represalias… Mejor me voy unos días
Pues eso, que os dejo durante unas semanas sin posts, que hay que recargar pilas y pensar en nuevas tonterías para la temporada que viene. ¡Felices vacaciones! Ahora, voy a darme una vuelta.



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