El dibujitos, la secretos y el flipao
¿Te imaginas que Miguel Angel, Mata Hari y Bruce Lee hubieran o hubiesen
nacido en España? Pues en sus pueblos, o en el barrio, serían el pinturitas, la
matarile o el chino de los saltos. Dicho con todo el respeto, por supuesto.
Y no sería nada personal. No es por envidia ni por machacar a nadie en
particular. Puede ser que tengas un mote mejor o peor, que te guste más o
menos. Pero nadie se libra a todos nos llega esta señora, como a los cerdos…
Hoy vamos a hablar de los apodos, que como todo el mundo sabe (o casi
todo el mundo… o me lo estoy inventando ahora mismo), viene del latín, aputear.
También se les conoce como motes, que viene de una vieja leyenda hebrea, en
la que se mencionaba, un mote, dos motes, y ya sabéis cómo termina la rima.
Orígenes
Unos heredan fortuna (o Ducados, el caso es que sea una marca de tabaco),
una casa, las deudas del padre, o del hijo, el apellido y es posible que también
les toquen más cosas en la herencia. Si la familia ya tiene un apodo, el recién
nacido ya viene con el mote de serie. Por ejemplo, que el padre o la madre son
mudos, es muy probable que en el pueblo, los hijos y nietos hereden todos el
nombre de uno de los enanitos de Blancanieves…
¿De dónde eres?
A no ser que tengas una característica física muy pronunciada como tener
las orejas desabrochadas como un 600 con las puertas abiertas, es muy posible
que te quedes con tu lugar de nacimiento. Si has nacido en Estocolmo, nadie te
va a llamar el estocolmeño o estocolmeniana (parece de un planeta muy lejano),
vas a ser el sueco. Hay países con menos suerte, como los de Libia, que son libianos
(que pesan poco, vaya), o los de Australia, que son Austrolopitecus. También
puedes ser de una ciudad o una región que mole. Ser hawaiano siempre será mucho
mejor que ser de New Jersey… siempre serás el rebequitas… Si eres de Cabra (ya
no es tan chuli), ahí estás un poco más jodido.
Apellidos
Si tienes un nombre jodido, todavía puedes matar a tus padres y cambiarlo
(el nombre, y también a tus padres por llamarte Hermenegilda) En otros países, te
casas con un señor con apellido chuli y te lo cambias también. Ahora te apellidas
McGuiness (nombre de cerveza y hamburguesa). Pero es muy probable que no cambies
de apellido en todos los días de tu vida. Ser un Revilla provocará que tu vida
esté llena de chistes relacionadas con embutidos. Si tu padre se apellida
Salido, es mejor que no se case con esa muchacha de la familia Del Pozo. Si
Salido era suficiente, Salido del Pozo vas a ser la descojonación… También hay padres que hay que darles un
premio por saber poner nombres… Aunque ya puestos le llamas Messi, Cristiano
Ronaldo, y te sales.
No se libra nadie
Ni las autoridades más autoritarias están libres de los motes. Por
ejemplo, los reyes. Aunque no sean ni un poquito simpáticos, ya desde el momento
de convertirte en rey o reina, se te considera Graciosa Majestad. Que ya me
diréis dónde tiene la gracia la Reina de Inglaterra. Juan Carlos Primero y
Sofía después, tienen su punto, pero Letizia no la veo yo en la cena de familia
contando chistes como Joaquín el del Betis.
Los profesores
Da igual si son buenos, malos,
regulares, de colegio privado, de instituto, de autoescuela… Eres profe y estás
jodido. Tienes premio seguro. Es como el premio de la Once, siempre toca. Quién no ha tenido un profe al que llamaban
Bacterio, como el de Mortadelo y Filemón. O la nueva, daba igual los años que
llevara en el colegio, pero en algún momento fue nueva y se quedó con el mote. O
el Sugus, porque es bajito y cuadrado. La gacela, por su grácil movimiento al
cojear.
Con problemas de
serie
Venimos con un gen para hacer
el mal y como ya os había dicho no se salva nadie. Si además ya vienes con defectos
de fábrica, prepárate a ser el chino si vas por la vida como si te acabaras de
levantar, o el lince, si ves menos que un jarrón (chino también, por aquello de
no tener los ojos muy abiertos). El tamaño importa, aunque digan que no. Por
ejemplo, los hobbits no podrán ganar nunca la NBA… ni aunque les den el anillo
(chiste para iniciados en baloncesto... y en el señor de los anillos)
Sorpresas te da la
vida
Para darle una vuelta al tema,
es probable que el moteador o moteadora tenga el día irónico y le guste jugar
con las contradicciones. Que una señora es tan alta como la luna, ay, ay, como
la luna, pues le llamas la pitufina. Tu vecino José está siempre cabreado. Pues
es posible que se quede para siempre con Pepe, el sonrisas. Ese amigo que da
igual lo que coma, siempre está delgado, es probable que le llaméis Falete. Y si
el señor no le llamó por el camino del baile, puede que se convierta en el
nuevo Michel Jackson.
Más sorpresas
Es probable que el mote venga
de un error. En mi barrio uno se quedo para siempre jamás, con el Pirineos. Y
es que para él los Pirineos eran esa tribu de África conocida por su baja
estatura. Como esta señora se quedó con la uruguaya… porque era de Buenos Aires….
Deportistas
No es suficiente ser un buen
deportista. Si eres de los buenos, buenos, debes tener un sobrenombre. Ya sea
por tu apellido, Buitre por Butragueño. Por tu aspecto físico, el Apache Tévez,
la Pulga Messi, por meter brincos, Air Jordan, Tigre Falcao, Mr. Proper Dertycia
por su alopecia, el Maradona de los Cárpatos a Hagi por su calidad y por ser de
los Cárpatos (que está en….al lado de… Voy a buscarlo en el mapa… Cárpatos
significa en rumano, coches para todos… cosas de los comunistas).
Mejor que no te
parezcas a nadie
Si tienes la suerte de
parecerte a Brad Pitt, en la cara, no en estar divorciado, o a Angelina Jolie,
también en la cara, no en tener hijos de todos los colores como un anuncio de
Benetton, bien. Pero como tengas un puntito a Enrique San Francisco, o Mercedes
Milá… ¿o eres Luka Modric? Ya no sé si juego en Gran Hermano o soy presentadora
del Real Madrid.
Como veis hay muchas formas de
llegar a tener un mote. A continuación os voy a dar algunos reales.
El Almendro: Un amigo al que no le veías el pelo en todo el año
hasta que llegaba la cena de Navidad y no faltaba a ninguna.
El microondas: Se apellidaba Fornos y la cosa se fue calentando…
El lince: Un profesor que le faltaba un ojo y era cojo. Y que en
el instituto eran (yo no, por supuesto) unos cabronazos.
El halógenos: Este es cruel de verdad. Un
compañero de clase tenía unas gafas con más graduación que un general de
brigada. De esas que llevan en el centro un circulito. Culo de botella style.
Pirindolo: Nunca supimos la verdadera
razón. Se quedó con Pirin para siempre.
Mirinda: Apellidarse Miranda no
ayudaba demasiado.
Tartaja: Nunca le oímos tartamudear,
pero tener un nombre y apellido lleno de jotas es lo que tiene. Jorge Jesús Juárez
se llamaba.
El cascabel: Alegre no era el chaval,
pero hacía más ruido que un camión de sonajeros.
La “Sevenei”: Nada que ver con los números
en inglés. Era la madre de unos chicos del barrio. Famosa por decirles (gritarles
desde la ventana a pleno pulmón) a los hijos: Niñoh… que ya es la hora de cenar…
Dentro de un rato sevenei para casa.
Coppola: En la
facultad había un listillo que creía que sabía todo sobre el cine… Más que los
profesores. Y el cabrón sabía más que los profesores. Algo sabía de cine
también. Es el director de Celda 207, Daniel Monzón.
Frank Reijar, rijar, Raikard: El señor del medio de la foto, El del medio de los Chichos. Hace
muchos, muchos años yo también tenía un chándal como el de estos señores. A
ellos seguro que se lo dieron gratis. También jugaba al fútbol. Gratis. Y tenía
rizos negros. Ahora tendría que pagar para que volvieran a ser negros (los rizos,
no los señores).
Si os animáis en los
comentarios, podríais incluir algunos más ¿Vale?
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