Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Vuelve la vuelta al cole

Quizá el título no lo aprobarían en un periódico serio. También es verdad que cada vez quedan menos periódicos serios. Realmente,  tampoco es que haya demasiados periódicos y es mejor no tomarse las cosas demasiado en serio.

El caso es que estamos otra vez con la vuelta al cole. Cualquier producto es bueno para aprovechar la idea. Aquí no tenemos muy claro cuál es el público potencial. ¿Los padres? ¿Los profesores? ¿Los tiernos infantes? El caso, es que no está mal de precio.


Hoy vamos a hablar de las cosas que pasan cada vez que nos referimos a la vuelta al cole. Es como la vuelta a España. Tiene cuestas, gente sufriendo, uniformes… pero aquí no te puedes echar la siesta como cuando ves el ciclismo.



Estas son las cosas que se repiten desde antaño (fecha indeterminada para decir que fue hace muchos años, sin decir cuántos, como lo de Maricastaña, pero más fino).

Los reportajes

No hay cadena de televisión que no saque a los niños despertándose para ir al cole, los padres poniéndole una mochila de Bob Esponja o cualquier otro personaje de dibujos animados, de 200 kilos (la mochila, no Bob Esponja) y corriendo para reencontrarse con sus amiguitos del cole.


Entrevistas

No acaba ahí el reportaje, engañosos por otra parte ya que no sacan a los niños que no quieren ir al cole, los que se quedan dormidos, o espachurrados por la mochila. También hay entrevistas.

- Periodista: ¿Tienes ganas de volver al cole? (Pregunta original donde las haya)
- Madre de Manolín Dile que sí.
- Manolín: Sí (conteniendo las lágrimas)
- Madre de Manolín: Cuéntale lo que decías ayer de tus amigos y las ganas que tenías de verles
- Manolín: ¿Lo de si voy a ir a clase con María Khalesi y si me va a seguir pegando Jonathan?
- Periodista: Cosas de niños… Bueno Manolín, que supongo que tendrás muchas ganas de conocer a tus nuevos compañeros
- Manolín: ¿Me puedo ir a casa ya?
- Periodista: Como vemos, no siempre hay tanta ilusión por volver al cole. Nosotros devolvemos la conexión. Para TeleMontilla del Palancar, María de Arousa.
- Madre (voz en off): Manolín, tira para adelante que te voy a dar yo más que el Jonathan, y cómete el bocadillo, que no me tengan que llamar porque te has meado o has pegado a María Khalesi.


Forramiento de libros

Todos los años toca ponerles el plástico y a veces también lo incluyen en el reportaje. Pero el forramiento de verdad es del que los vende. Da igual que el libro sea para aprender que la M con la A es MA o que te expliquen lo del conjunto vacío, que va a costar una pasta. Y todo para contarte qué es un sintagma nominal, la capital de Canadá, dónde está el esternocleidomastoideo y pocas cosas más… Y esas cosas no cambian de un año para otro ¿No?


El uniforme

Podrían innovar un poquito en estas cosas. Siempre lo mismo, pantalón gris o azul, un polo, chaqueta de señor mayor que conduce yates, la corbata con goma por detrás para no hacer nudo, zapatos negros, falda escocesa… No, no todo al mismo tiempo. Aunque ya puestos. Yo propongo un traje de camuflaje como los de los militares. Es verdad que sería más difícil encontrar a los niños, pero tampoco se notarían tanto las manchas de boli, o del bollycao, o lo  que sea que toman los niños ahora. No, el casco, no es necesario a menos que vayan en bici.

La seño, el profe

¿Cómo será la seño de este año? ¿Tendremos un nuevo profe? ¿Tendremos que correr con el de gimnasia? ¿Qué mote le pondremos? Porque eso sí, no hay profe sin su denominación de origen, como los vinos pero en cachondo. El melenas (porque es calvo), el chepa, la pelos, el chincheta, la diarrea… Y los profesores encantados con su mote. Aquí tenemos al morsa cuando se enteró de su nombre.

Mi clase

¿En qué clase estaré, ¿tendrá vistas al patio, o a la calle? ¿Me pondrán con los del B o los del C? Por favor, con los del C no, que no conozco a nadie y me caen todos muy mal (por ese orden, no conocerles y que te caigan mal). El primer día de clase es todo un mundo de incógnitas.



¿Dónde me siento?

De todos es conocido que los niños siempre se quieren sentar con el más listo de la clase, para aprender más, poder estar atentos, que no les molesten los niños más revoltosos (¡Qué palabra tan antigua! ¡la virgen!). Nadie se quiere sentar con sus amigos, ni en las últimas filas porque no se oye bien ¿verdad? Quizá tengo que recabar más información para apuntalar esta teoría, pero creo que estoy en lo cierto.


Pues a mí me gusta

En el cole siempre te gustaba un niño o una niña. A mí me gustaba una niña… Y al resto de la clase también. A todos. La misma. No recuerdo si el resto de niñas eran guapas o  no, pero sí que la niña no nos hacía caso a ninguno. Siempre le gustaban los de otra clase. Y cuando llegabas a otra clase pasaba lo mismo, nada L


Cajonera, mochila, lápices, borrador, sacapuntas…

El borra, el saca, los “retus”… Qué recuerdos tan bonitos. ¿Siguen sabiendo escribir los niños en papel o ya lo hacen en el móvil directamente? Fíjate la de cosas que se ahorraban. Igual no es tan buena idea, pero yo sí que propongo algunas medidas para ahorrar, como que se retiren de una vez ya los lápices de colores que no se usan. Cuatro colores y andando. Azul, rojo, amarillo y negro, y ya. Qué es eso de lápiz blanco, o color cobalto, o colorín colorado… O el borrador de tinta… Que eso más que borrar destrozaba el papel. Que lo pruebas en la carretera y te borrar las líneas continuas y las discontinuas. Y fuera compás, que lo único que sirve es para pinchar al prójimo. Si quieres hacer círculos, se lo dices a los de Podemos, que ya tienen todos hechos. Y nada de cosas de tinta, que manchan, ni Rotring (parece el nombre de un equipo de fútbol holandés), ni bolis, ni calamares (aquí creo que me he liado con la tinta). Que mira cómo se ponen los futbolistas por andar con bolígrafos, que parecen la puerta de un baño.


Actividades extraescolares

Qué me decís de esto? Ahora los niños tienen clases de todo y una vez que terminan empiezan con el chino, el hockey sobre hierba, mecanografía, Excel a nivel usuario, baile tailandés, clases de laud tibetano, carpintería y así hasta mil cosas más.


Irte a buscar

Llega la hora de recoger a los infantes. Dependiendo de la edad, algunos pagarían para que no les fueran a recoger. Cualquier cosa, antes de que les vean con sus padres. No vaya a ser que coincida con la chica que no me mira se dé cuenta de que tengo 5 años y todavía me vienen a buscar. Lo gracioso va a ser que los padres no sepan quién es su hijo porque todos llevan un traje de camuflaje y no sabría dónde se han escondido… pero esa es otra historia.


Pasan muchas más cosas, pero voy a ir dejando que las experimentéis vosotros mismos, que no os lo voy a dar todo hecho.

Por cierto, que esta semana he andado muy liado con la vuelta al cole con cosas del trabajo y no me ha dado tiempo a escribir antes el post… Perdón, lo siento y seguro que volverá a ocurrir. De momento, la semana que viene os la doy de descanso. No quiero que os canséis demasiado.

Comentarios

  1. El primer día de colegio, siempre fue una fuente de sorpresas. Mi hijo, ( al que seguramente conoces muy bien) volvía a casa sorprendido, porque al dar los buenos dias se acostumbraba a decir: "Abre, María Purisima"

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