Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Moderna, Pfizer, AstraZeneca y la vacuna Matata

Cuando llegue… Pues yo no me la voy a poner… Nos van a instalar un chis y vamos a… Estoy deseando que … Pues ya ha llegado.

No han llegado a todos, ni a todas partes del mundo. De hecho, algunos todavía tendremos que esperar y es posible que nos pongan una vacuna que aún no se ha inventado. O una mezcla de varias vacunas. Yo me pido la de Moderna y Astrazeneca, la “Mostrenca”. Yo la rusa, la “Vakunin”, o la árabe que creo que se llama “Al Jer Inga”, la india, también conocida como Indi Ción. Los chinos también tendrán la suya, pero como no sé leer en mandarín, será la palito, palito, palito, y a casa (los chinos se ponen tres dosis, por si acaso).

El caso es que como no soy tan mayor, ni trabajador esencial, ni tan trabajador, ni obispo, ni alcalde, pues todavía no me han llamado tampoco para ponerme la vacuna Matata, que es la modalidad africana.

Lo que sí que he hecho, como siempre, es documentarme para ver los efectos de la vacuna. He intentado entrevistar a pestrigio, prestri, prestidig, los mejores especialistas del mundo. También he probado con vacunadores y banderilleros, con señores y señoras que ya se han vacunado, a vacas… El caso es que no he tenido demasiado éxito, y es muy posible, que haya cosas que no se ajusten demasiado a la realidad. También es probable que no haya puesto tanto empeño en investigar. Podríamos decir que he seguido el método que este señor.

El caso es que aquí están los resultados y os voy a contar los posibles efectos secundarios que han tenido las personas a las que he investigado. Ya os aviso. Ningún animal fue maltratado durante la realización de este post. Tampoco he maltratado a personas… al menos de forma consciente.

El chips sin fish

No hay constancia en los centenares, millares… millones de casos, que he tenido la oportunidad de NO estudiar, de instalación, o instalamiento de chis en los vacunados, ni vacunadas. Algunos sujetos han sufrido pérdidas de memoria, pero se ha procedido a su actualización y se acuerdan de todo. No sólo de su familia, sino de familia de otras personas.

¿Y esto de aquí?

No, tampoco se les ha instalado el famoso Chis que hace que seamos adoradores de Satán. Y mira que aquí había gente con mucho conocimiento que sabía de lo que hablaba… O no.

Veo más y mejor

No todo va a ser posesión demoniaca y efectos secundarios negativos. Se han dado casos de personas vacunadas que ven mucho más y mejor. Un señor japonés, que por motivos de confidencialidad vamos a omitir que se llama Yomiro Tamagochi, desde que se puso la vacuna, ve perfectamente Movistar Plus y todos los partidos de la liga sin necesidad de estar abonado al canal. Lo peor es que ni le gusta el fútbol, ni entiende una palabra de español.

Radio María, siempre serás mía

Otro inconveniente, si es que se le puede llamar así, es que hay personas que sintonizan, sin quererlo, Radio María. Que vosotros diréis, que esto ya pasaba antes de la vacuna. Pero es que se dan casos de personas que ni siquiera tienen encendida la radio. Van por la calle y les suena el Ángelus. Y ni son las 12 de la mañana, ni nada. Que peor sería que te pongan todo el rato a Taburete, o a la Tuna. O a la tuna cantando encima de un taburete, pero hay personas que no les viene bien lo de escuchar cosas católicas, apostólicas y romanas. Y eso que tienen el ritmo en las venas.

¿Fiebre?

Es posible que uno de los primeros síntomas al recibir la vacuna es la subida de temperatura. La temperatura del señor o señora que se ha puesto la vacuna. Que hay que explicarlo todo. No es que, ¡hala! Te pones la vacuna y ya hay 36 grados en todas partes. Lo que sí que ha pasado en algunos casos en los que los vacunados no necesitan termómetros para saber el tiempo qué hace, ni preguntar a Siri ni a OK Google. Son capaces de acertar con total precisión la temperatura concreta, y la hora. Son como las radios antiguas, que te decían cada hora. Son las 10 de la noche, las 9 en Canarias, frío pelón y lluvia torrencial.

¿Aciertan otras cosas?

Aún no tenemos suficientes datos como para aventurarnos en decir que además del tiempo y la hora, aciertan con otro tipo de previsiones, como la quiniela o los números de la bonoloto. Lo que hemos podido constatar es que el 95 por ciento de los sujetos vacunados sienten rechazo al escuchar el ruido de un arañazo en la pizarra.

¿Y el otro 5 por ciento?

Lamentablemente el 5 por ciento es el grupo de sordos y aún no hemos podido saber si les entra dentera con el experimento anterior. Lo que sí se ha podido saber es que todos los vacunados sienten una necesidad imperiosa de bostezar al ver a otro sujeto realizando esta actividad.

¿Fatiga?

Se han hecho algunas pruebas e independientemente de la vacuna recibida, todos los sujetos analizados se han sentido cansados al acabar un maratón. El caso más llamativo fue de la portuguesa María Pinto da Sousa Faría Silva Santos Pereira Costa del Sol (María Pinto da Sousa Faría Silva Santos Pereira Costa para los amigos y familiares) que terminó la prueba en 2 horas y 30 minutos. Algo más lenta que en anteriores ocasiones. Es posible que la vacuna tuviera algo que ver, o quizá se excedió en las celebraciones de su 93 cumpleaños.

Algo de sed sí que tengo

Es llamativo que muchos de los sujetos del estudio se levanten de la cama con sed. Alguno incluso con ganas de un cigarrillo (algo más usual entre los fumadores) y algo quizá más generalizado es la necesidad de ir al baño tras dormir 12 horas.

Seguiré analizando resultados. No os extrañe que haya casos de gente que tenga dificultad en quitarse el olor a mandarina después de pelársela (la mandarina). Mientras esperaré a que me llamen para vacunarme y os lo pueda contar de primera mano.



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