Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Resumen de cosas resumidas (V) Las letras de las canciones, sin música ni nada


En el principio fueron las películas, luego, ya que estaba resumiendo, me puse con los libros. Una vez puestos, ya me dije que por qué no empezar con los cuadros y más tarde las series.

Al final más que un resumen me va salir un libro, pero ya prometo que se acaba. Esta vez, vamos con las canciones. Que sí, que son cortas, pero hay canciones que es mejor que no escuches de nuevo. Al final vas a tener que agradecerme que te ahorre el mal trago.


Cantar, canta fatal, pero bailar, me tenéis que reconocer, ¡que lo hace peor!

Vamos con las canciones resumidas en un párrafo… Igual no son las mejores, y es muy probable que alguna sea lo peor de lo peor… Pero es que no nos vamos a poner con cosas serias a estas alturas.

La, la, la

Pues es la historia de una cantante que canta a la vida, a la tierra, a la madre que la parió (literal) y está muy feliz y llega un punto que de cantar a tanta gente y estar tan contenta, que se le olvida la letra y ya sabemos todos como terminan estas cosas. Que le podría haber dado por oh yeah, o baby, baby, como hacen los extranjeros, pero en español las cosas son así y lo rellenas con la la la o chugeder, furever si es en inglés. Luego, la cantante dejó de estar tan feliz y se dio a la bebida.


Santa Lucía

O Santa Lusía como dice Mike Rivers. Trata de dos “siegos” que le recuerdan a alguien. Y no se hablan. Un lío, porque ya me contarás que “hacen” dos “siegos” juntos si ni se comunican y se dan miedo. Y hay un loco que anda suelto. Que me parece que es el logopeda de Miguel Ríos y sus líos con las c y las s. Y un teléfono muy frío, y está invadido por la “ausencia” y le devora la impasiensia”, porque quiere una “sita”. ¿Alguien sabe lo que es una sita?


No hay marcha en Nueva York o “Jaguay” Bombay”

Las letras de Mecano se las hacía Gloria Fuertes. Ni los hermanos Cano ni nada. Y menos mal que se apellidaban así, que les hubiera quedado muy raro el nombre del grupo si se hubieran llamado Iruretagoyena, o Zubizarreta. No les hubiera cabido el nombre en un CD (en un disco igual sí). ¿Con qué puede rimar Nueva York? Pues con Jamón de York. ¿Y Hawai? Con Bombay, y así te puedes hacer un disco entero. ¿No lo hacen los raperos?


Amante bandido

Mira que son todas canciones en español y que no las entiendo. ¿Tu yo ¿ Yo y Tu? ¿No dirás que no? Amante bandido, corazón malherido. Yo me quedo con que al final es tu héroe de amor. Algo así como un X-Men, también disfrazado (no hay más que ver el vídeo) y con el poder de ser Supercariñoso. Y va repartiendo amor doquiera que vaya (que bonita es la palabra doquiera).


Volaré

Hablando de canciones que no se entienden. Me diréis que es que estos señores son extranjeros. Ya. Y hay extranjeros que sí les pillo cuando hablan español. Mira al Papa que bien se le entiende y tampoco es de aquí. Mejor lo dejo, que me lío. El caso es que estos señores canten lo que canten, yo nunca sé lo que dicen, son como Shakira, que no sé si es la versión inglesa o la española de la canción. Escuchadla y ya veréis cómo sólo pillas lo de volaré y cantaré y algo del cielo infinito, y que pintan cosas de azul. Lo demás podría haber sido un la lá lá y daba igual.


Un beso y una flor

Esta sí que se entiende bien. Pero cuando la cantaba Nino Bravo. Que tú vas a un Karaoke y entre que la gente va más cocida que el marisco y que cantan peor que un gato atropellao, pues la destrozan y ya es mejor que ni te den beso ni flor, ni nada. Pero la gente le pone interés sobre todo en el estribillo y quieras o no, tienes que cantar… aunque vayas más borracho que el que canta o hayas atropellado a un gato.


¿Y cómo es él?

Aquí el señor Perales haciendo un interrogatorio a su mujer. Esta canción parece un formulario de Internet para que te den Wifi gratis. Pero el hombre muy digno, le dice que se abrigue y todo y que se vaya con el otro. ¡Jodó! Ahora que la vuelvo a escuchar. ¡Qué canción más triste! Lo que está claro es que el tiempo libre lo dedicaba a levantarle la churri a José Luis Perales.


Yo soy aquél

Esta es la continuación de la canción anterior. Llega Raphael diciendo: ¡Qué pasa! Yo soy aquel. ¿Y qué? Más chulo que un ocho. Con un par. Que soy yo. El que tiene el tiempo libre para irse con la mujer del otro. Y está aquí… bueno allí, para quererte y adorarte. Es el que “resa” cada noche por tu amor.


Ave María

Esta también es de Gloria Fuertes, pero le dejó a David Bisbal que la cantara. Me enamoro, mi tesoro. Ave María cuando serás mía, al mismo cielo yo te llevaría. Pero tampoco es cosa de tomarnos las letras al pie de las mismas (de la letra, me refiero). Que el chaval entre las vueltas que se pega y los bailes, lo raro es que sepa lo que está diciendo.


Te estoy amando locamente

Que poca importancia les hemos dado a las Grecas. ¡Qué injustos somos! Con lo que han sido, y ahora sirven de mofa y escarnio… Y es que es escuchar esta canción y venirte arriba inmediatamente… Y dependiendo de la cantidad de alcohol ingerido, más arriba. Si ya vas como las Grecas, estás por encima de los niveles permitidos. Hasta que llega la parte antes del nanaina naino. Ni puta idea de lo que dicen las señoras. “Si me aconvenzo, dame tu ausensi”. El único “Ausensi” que conozco, jugaba en el Barcelona, pero creo que no están hablando de él.



El Torito guapo

Qué se lleven aquel toro del agua, que se lleven aquel toro del río, que se lleven aquel que hay en la sombra, que se lleven aquel que hay escondío. Pero aquel de la fuente, ¿ese? Ni tocarlo. ¿Cómo vas a tocar al toro que lleva botines y no va descalzo? Si es como el gato con botas pero en versión taurina. ¡Menudo pichabrava! A pesar de tener sólo dos hierbas. ¿Pero qué fumaba el bicho? Me refiero al toro… aunque El Fary también debía haber fumado algo antes de salir a cantar… Escuchad la canción de nuevo, y no te despistes que se te sube el bicho encima y ya te puedes dar por jodido. Menudo es el torito.  


La Minifalda y el Carro

Seguimos con los toros. Aunque aquí a Manolo Escobar no le hacía demasiada gracia que se vistan, ni que se pongan minifalda. Ni botines, ni “hostia”. Pues sí que tenía genio el señor Escobar. Pero es que desde que le robaron el carro, ya no fue el mismo. Y venga a buscarlo, pero es lo que pasa cuando te vas de romería y luego te quedas frito. Ahora que me paro a escucharla de nuevo, ¡¡Resulta que lo encontró!!! Palabrita del niño Jesús que no había escuchado nunca la canción hasta el final…  Este Manolo es como Hitchc… Hitchoh… como el inglés con tripa que hace películas de misterio.


Mejor lo dejamos aquí con un final feliz. Ya hemos encontrado el carro, sabemos quién era él, el torito sigue dando guerra. Lo de la impasiensia de Miguel Ríos no lo vamos a poder evitar. 

Comentarios

  1. ¡Vaya resumen para viejunos, Javier! ¡Nos has mandado a la jubilación de un manotazo, so malvado!
    Besotes,
    I.

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