Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Santo, santo, santo y un señor

Ya desde muy pequeño he tenido problemas para entender las cosas, como habréis visto los que leéis el blog. Oigo una cosa, o la leo, y entiendo otra totalmente distinta. Y si no, me las invento. Hay gente muy divertida en mi cabeza, y sin “drojas”, ni cigarros porros, ni pastillas de colores. Así, al natural.

Pero os voy a explicar el titular de este post. De pequeño pensaba que en la canción de santo es el señor, dios del Universo y todo lo que sigue, decían lo del santo y un señor. Como la iglesia estaba llena de santos y había un señor dando misa creía que se referían a él. Luego ya de mayor, tampoco lo entendí, pero esa es otra historia. 


Y en verdad os digo, que hay muchos santos, y ya que estamos os voy a contar un resumen resumido de algunos de ellos y de ellas. Que también hay santas.

San Sebastián



Probablemente el más famoso de esta lista. Y le nombraron santo por que podía estar en dos sitios a la vez. En el País Vasco y en Madrid. Cerquita de Alcobendas. También porque se mete en la playa de la Concha, y nada. Nada de nada, que no tiene frío. Y da igual que sea enero, que febrero o marzo. En agosto no se baña porque hay mucha gente y le da un poco de pudor.



San Francisco

Paco, como le conocen el resto de santos, no le va a la zaga. Se forró con la granja ordeñando a las abejas y sacando miel (no veáis el trabajo que lleva hacerlo y por eso es tan cara la miel) y se compró un puente en California. El más largo dijo, y el más rojo, y le llamaremos el Puente de San Francisco. Muy original poniendo nombres tampoco fue. La Granja de San Francisco, el Puente de San Francisco.




San Ginés

Era un santo que vivía en Madrid. Muy cerquita del centro. Sólo por eso ya le tenían que hacer santo porque esa zona es muy ruidosa y él ni se quejaba ni nada. Pero le hicieron santo porque se metía todos los días 2 chocolates con 20 churros y 10 porras, y ni engordaba ni nada. ¿Es o no es milagroso?


Santa Rita

Menudo genio gastaba la señora. Si le dabas algo, no había manera de que lo devolviera. Todo un carácter. Se llamaba Margarita, pero en su casa la llamaban Rita, esto es quizá lo único verídico de todo el post.


Santa Catalina

Le hicieron santa por un vino muy rico que hacía y que repartía entre el resto de santos y santas. Divino, decían que estaba. “Un poco dulce para mí gusto”, decía Santa Rita, pero ya sabemos que siempre estaba un poco enfadada. Eso sí, que al cuarto vaso ya no había quien le parara... En cuanto se descuidaban la encontraban en un karaoke. En algunos ambientes era conocida como Rita la Cantaora en algunos ambientes. Pero no vamos a quitar el protagonismo a  Santa Catalina. Era una santa muy fotogénica, otras salen en las fotos llorando, o sufriendo, Catalina no parece que lo esté pasando tan mal. Para prueba la imagen de abajo… Aunque siempre me pareció que en vez de un crucifijo llevaba una guitarra.


Santa Lucía

Otra que no le fue mal con los negocios. Montó una agencia de seguros y claro, con quién vas a estar más seguro que con una santa. Pues la gente venga a asegurarse y ella venga a ganar dinero. Y le hicieron canciones. Miguel Ríos, pero él la llama Santa “Lusía” y Elvis Presley (el hermano de Isabel Preisler), que no sabía tampoco pronunciarlo y decía Luchía. Pero a ella no le importaba. ¡Es una santa!


San Quintín

No se conoce demasiado sobre este santo. Sólo que armó una de no te menees, pero no está claro qué hizo exactamente. Se armó la de San Quintín, pero nada, no se sabe si es que no era tan  santo o qué. Y como dato curioso ... ¿Conocéis a alguien que se llamen Quintín? Y no me vale el de Quintín en el Tibet, o Quintín Tarantino.

San Atorio

Está claro que Atorio tiene bien ganada su santidad. Curando gente desde tiempos inmemoriales. ¿Te caes de la bici? Ahí está él. ¿Torcedura de tobillo? Llueva, haga frío o calor, para cualquier urgencia, le tienes disponible. Eso sí, ya para cosas mayores hay que llamar a otros santos.


San Turrón

Ahí dónde le veis, puede ser muy duro. También puede ser blando. Cosas de los santos, que los designios del señor son inescrutables. No estoy muy seguro qué quiere decir inescrutables….  En realidad tampoco estoy muy seguro qué quieren decir designios.


Santa Pola

A estas alturas posiblemente te hayas dado cuenta que este post no está demasiado documentado. Ni siquiera me he dado una vuelta por la Wikipedia para saber un poco de cada santo. Pero si quisieras leer la Wikipedia no estaríais leyendo este blog… o sí, ¿yo qué sé? El caso es que Santa Pola es de la provincia de Alicante y tiene muy buenas vistas al mar. Seguro que algo más habrá hecho para ser santa porque Torrevieja y Benidorm también tienen vistas al mar y playa y no les han hecho santos ni nada.


Santa Claus
Aquí hay muchas teorías, pero no os puedo explicar ninguna. Sólo sé que para ser Santa tiene una barba bien frondosa, cara de jubilao, y barriga cervecera de señor. De nuevo, cosas de los santos. 


Santa Coloma

Natural de Gramanet, como ya habrás supuesto. No se sabe demasiado de esta santa catalana. Lo típico que la fueron a visitar los romanos, luego los visigodos, los moriscos (nada que ver con gambas, percebes ni cosas por el estilo), y luego ya Pujol (el que no juega al fútbol) y hasta ahora. La nombraron santa por que aguantar tantas visitas tiene mérito.

San Turce

Iba por toda la orilla con la falda arremangada y luciendo la pantorrilla. Al resto de santos no les hacía mucha gracia que fuera enseñando pierna, pero es que teníais que ver qué pierna. La izquierda. La derecha no la enseñaba nunca. Y tenía unas sardinas riquísimas.


San Itario

A este santo nunca se le reconocerá nunca todo lo que hace por nosotros. Sólo os acordáis de él como de su íntima amiga Bárbara. Pero en vez de cuando truena, cuando tenéis necesidades fisiológicas. San Itario era muy blanco, muy blanco, un poco menos que Iniesta para que os hagáis una idea. Y siempre tenía agua, y la gente se sentaba encima y él no se quejaba nunca,  y por eso le hicieron santo.


San Timbanqui

Este era un viva la virgen, siempre de un sitio para otro. Trabajaba en un circo y también era titiritero. Ya sabéis la mala fama que tienen los titiriteros.  Y toda su familia era de derechas, y él muy de izquierdas. Pero en el fondo era buen chico y eso sí, muy equilibrado…  y equilibrista. Y por eso, le hicieron santo.

Santo Mortal
Este santo siempre buscando el peligro. Dando volteretas todo el tiempo. Y su madre, que no saltes que te vas a caer de cabeza y te vas a quedar más tonto de lo que estás. Y venga a dar vueltas. Pero no como los políticos, que dan vueltas sobre su propio eje y no se mueven. Este sí, sobre su propio eje, sobre el eje de los demás. Y vueltas enteras, de 360 grados. Que ya son grados. Sobre todo en verano. Ahí le tienes.


San Seacabó

Ya después, no hicieron santo a nadie más. Se conoce que ya había muchos y estaban pensando en reducir la plantilla con la crisis y demás y se acabó lo que se daba. Eso sí, le hicieron una canción, pero luego cambiaron la letra y quitaron lo del san.


¿Habéis visto que injustos somos con los santos? No hacemos más que pedirles cosas y luego si te he visto, no me acuerdo. Por cierto… que se me había olvidado algún santo como San Són (el santo de la música), San Día (el de la fruta fresquita), San Griento (el de las películas de miedo), San Tiguarse (el que inventó lo del nombre del padre y del hijo…) y el que menos me gusta San Ción (el patrón de las multas y de las tarjetas amarillas).   


Comentarios

  1. Ya veo que eres muy fervoroso y amigo de los santos. Pero si me permites la observación, se te olvidó el santo dela paciencia, Santo Job con lo necesario que es

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  2. Y San Clemente, que le hicieron santo por su inQUINA? Y San Pancracio, que venga de ponerle a proteger el negocio y él siempre mirando pá otro lado? Y San Expedito, que le pides suerte y expide un rápido gas (y se lo alumbra,milagro,por eso le hicieron santo) y Santa Maria Magdalena, que la veneraban por sus muffins y cupcakes? Nos queda mucho santoral, jefe, Igual como para otro post ;)

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  3. Y otro de mi padre: "San Serenin del Monte" y el más santo de todos "San Toral". Pero a pesar de todo, me lo he pasado pipa con tu peculiar santoral. Tendrá que tomar nota la Santa Sede, ¿por cierto, esta también es Santa?.

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  4. ¡Venga, más santos, porfa...!

    (Yo recuerdo a San Edrín, San Gría, San Güeso, San Scrito, San Guijuelas y Santa Derina. Estoy segura de que conoces tu interesante historia. Quedas retado).

    Besotes,

    Isabel

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  5. Y es que, claro, no se puede escribir sin las gafas...

    Supongo que te resultará obvio que quise escribir "Santa Nderina" y "su" (interesante historia). Perdón. No se repetirá...

    Más besotes,

    I.

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