Todos llevamos un Mr. Bean dentro
No me digas que nunca te has sentido un poco, o
mucho, como Mr. Bean. Que quieres hacer algo y al final te tienes que reír de
lo mal que te está saliendo. Tú pones todo el empeño en que las cosas salgan
bien, y la lías más. Como cuando dejan a nuestro presidente con un micrófono.
Y es que en el fondo todos somos sentimientos y
tenemos seres humanos… Hay gente que ni tiene seres humanos ni sentimientos, ni
sentido del humor, ni momentos Mr. Bean. Me explico. Pero tenéis que estar atentos y no
distraeros con el teléfono…
Los momentos Mr. Bean pueden pasar en cualquier
sitio o en cualquier momento, pero vamos a clasificarlos por el lugar en el que
ocurren. Ya te aviso que los hechos que se relatan y cualquier relación con
personas reales es simple coincidencia… o no
Igual no es el mejor sitio para comenzar (según
lo que vayas a comenzar), pero es uno de los lugares en el que se concentran
más momentos Mr. Bean por metro cuadrado. Realmente cuanto más pequeño sea el
baño, mejor (para explicar la teoría del Mr. Bean) y si ya no es tu baño
habitual, peor (o mejor) todavía. Faltará papel, o agua, jabón, toallas, o el
pestillo de la puerta, o todo a la vez y ahí entrarás en conflicto con el
derecho a la privacidad y con todas las normas del decoro y las buenas
costumbres… De ahí viene la expresión pasar una vergüenza que te cagas.
La ducha
Sí, suele estar en el baño, pero es un mundo
aparte. Que se lo digan a la chica de Psicosis si no es un sitio peligroso. Dónde
si no, puedes experimentar cambios de temperatura que pueden ir de los 100
grados centrífugos a congelarte en 10
segundos. O que se te caiga el jabón (procura no agacharte en según qué sitios),
o sufrir de ceguera transitoria por la introducción de champú (y no, no hay ninguno
que no pique. Son todos unos traicioneros). Por eso hay gente que no entra
nunca en la ducha.
En la cocina
No me refiero a los programas en los que sale
gente concursando para ver quién hace mejor el polígono regular de fécula en
zumo de aceituna aderezado con cloruro sódico del Mar Muerto… también conocido
como patata frita. Aunque no os lo creáis es un lugar muy peligroso. Lo tiene
todo para que haya accidentes. No puede pasar nada bueno en un sitio en el que
hay fuego, cuchillos, hornos… yo trato de entrar poco. Nada más que a la
nevera, que hace más fresquito.
En la cama
Que hay accidentes en la cama no es nada nuevo,
aunque no podemos culparla a ella exclusivamente. Y es que la cama no se usa
como es debido. Hay gente que en vez de dormir, que es para lo que está hecha,
se pone a experimentar, y a algunos les da por leer, o echarse un cigarrito, y
a otras cosas peores que no voy a decir por si hay niños pequeños. Si veis a
alguien como la chica de la imagen, no hagáis caso a lo que dice. No quiere que
vayáis a dormir. Os quiere engañar, y al final no vas a dormir.
En la casa… de otros
Cada casa tiene vida propia. Unas no quieren que
los extraños toquen las cisternas, o las calderas, o las ventanas y puertas. No
funcionan sino es con alguien conocido. Todas tienen su truco. Y no aceptan que
les meta mano nadie. Algo normal por otra parte. Yo tampoco me dejo tocar por
desconocidos… las desconocidas sin embargo… Tampoco me tocan. El caso es que en
casas ajenas estás siempre en riesgo de accidentes inesperados.
En transportes públicos
Si hace mucho que no vas en transporte público
es muy probable que tengas momentos Mr. Bean. No sabrás cómo comprar un
billete, el precio, por dónde se mete, por ahí no es, por aquí tampoco, dale la
vuelta (seguimos hablando del billete y del transporte público). ¿Se paga
antes, después, durante? Y claro, si estás en un país que hablen tu idioma,
todavía, pero y si no hablas el idioma. Y hay sitios que el metro o el autobús
cuestan como si te lo pudieras llevar a casa. Aún no sé cómo subirme a algunos
transportes públicos. Pero no soy el único.
En el extranjero
No vayáis nunca. Es un sitio peligroso. En
algunos lugares a la gente no se la entiende (Murcia es un caso extremo). Y
tienen costumbres distintas, los de Murcia también. Tú vas tan pichi a intentar
cenar a una hora normal, pongamos las 10 de la noche, y no está abierto más que
la gasolinera y algunos sitios donde hay camas y la gente no duerme. Bueno, los
hospitales también están abiertos, pero eso es otra historia. Y es que los
extranjeros son muy dados a hacer la vida imposible a la gente normal.
El coche
Un coche es un microcosmos especial en el que
puede pasar de todo. Es el sitio en el que te das cuenta de que necesitas
limpiarte la nariz (los semáforos y los mocos han estado unidos desde tiempos
inmemoriales). También es donde cantas tus canciones favoritas… esas que no
puedes cantar en lugares públicos porque le daría vergüenza hasta a Mr. Bean,
incluso hasta a tu lover J
La
calle
Ya lo dicen en las películas, que la calle es
muy peligrosa, que hay que tener cuidado ahí fuera. Hay calles que están llenas
de gente y ya sabemos cómo es la gente. Cruzar de acera no es fácil (lo dejo
aquí para no meterme en jardines y hablar de otras aceras). Y hay gente que te
da droja por la calle (que no sé yo en que calle está eso). También hay coches,
y gente que está más pendiente de su nariz que de conducir… y ya si estás en
una calle en el extranjero, no te cuento.
Ya habéis pillado lo que os quiero decir con los momentos Mr. Bean, ¿no?
Y ahora ya cada uno que tome precauciones. Yo, ya me voy a ir despidiendo que
habrá que ir a dormir.
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