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Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He ...

El infiernillo o no te deseo el mal pero ojalá vivas rodeado de gente que…

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No sé cómo está el tema del cielo o el infierno ahora según la iglesia. Esto es como con los ministros de Educación, cada vez que hay uno nuevo cambian las leyes. Los papas hacen lo mismo. No hay cielo. Ahora sí, pero diferente, y sin San Pedro, ni San Miguel, ni ninguna otra cerveza. Ya no hay purgatorio. El infierno está privatizado y sólo funciona para los malos malísimos. Y así con todo. Pero estoy convencido que hay un infiernillo. No me refiero al aparatejo este que servía para calentar leche, el café, o un huevo. Te recomiendo que lo uses con cuidado y que los huevos no sean de personas humanas. Es más como un sitio al que vaya gente que tampoco es que merezca un castigo divino, pero sí que se lleve un pequeño escarmiento. Un infierno pequeño. Como un rincón de pensar para los mayores, y que aprendan la lección. ¿Y quién merece ir al infiernillo? Yo voy a dar mis ideas y luego ya votamos entre todos para ver si les castigamos o no.   Allá vamos.