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Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Las listas y las tontas

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Para los que no sois de Madrid deciros que hoy (15 de mayo) es el patrón de la ciudad. Ya os dije en uno de los post en el que hablaba sobre San Patricio que San Isidro, era un santo que, digamos, no es un buen ejemplo. Los ángeles y los bueyes araban mientras él se quedaba frito o rezaba. No le veo yo mucho milagro al asunto. Es como el gobierno, todos curran o intentan trabajar, y ellos nos dicen que debemos ser pacientes o rezar para que las cosas vayan mejor. Pero no os voy a enfadar con las cosas que hace o no el gobierno, éste o los anteriores, y tampoco contaré nada sobre San Isidro, aunque el título así lo parezca. Lo de las listas y las tontas no tiene nada que ver con que sean las rosquillas típicas que se hacen en Madrid durante la festividad del santo. Curiosa tradición. Para celebrar algo tenemos que acompañarlo con comida. Roscón de Reyes, huesos de Santo, buñuelos, torrijas, jugo de zarzaparrilla (que bonita palabra), lo que sea; pero hay que comer o beber, y s

Callejeros futboleros

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Hace unos meses me preguntaba en un post si me gustaba el fútbol , y definitivamente, me gusta. ¡Ojo! sólo el fútbol, el resto de cosas que le rodean me toca bastante las narices (me parecía demasiado duro poner cojones en el primer párrafo… igual ya es demasiado tarde). Procuro no leer demasiado sobre los pre-partidos, las predicciones de los periodistas, entrevistas a los entrenadores, al que le depila las cejas a la estrella del partido, el tatuador del portero suplente, el típico reportaje del tío “grillao” que predice que el resultado va ser 3-0, o 4-0 (esto no va con segundas) y casi nunca aciertan. Odio a esos aficionados a la puerta del estadio berreando y animando a su equipo, insultando al contrario y diciendo que el Sporting Real o el F.C. Racing es el mejor del mundo y los otros son lo peor (¿Todo lo tienen que decir a gritos?). Busca a esos mismos al terminar el partido si su equipo ha perdido. Habría que echar al máximo goleador, al masajista y a la taquillera del fo

Suspiros de España

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Para algunos jovenzuelos, el título del post de esta semana les sonará más a un nombre de colonia viejuna o a alguna película de esas en blanco en negro en las que salía Lola Flores, Carmen Sevilla o Paco Martínez Soria (espero que no penséis que estaban todos juntos ¡Qué horror!).  Pues bien, Suspiros de España es un pasodoble (para seguir con cosas con solera) que simboliza la nostalgia del país perdido y me sirve para contaros la segunda parte del post de la semana pasada en el que os decía que el extranjero ya no es lo que era .   Os dejo la versión de Suspiros de España por Diego El Cigala. Que guapo guapo no es, pero cantar se le da bien.  Pero no siempre fue así. Hace unos años, sí que había diferencias y el extranjero estaba lejos (creo que siguen sin haberlo cambiado de sitio), pero todo era distinto. También había españoles por el mundo, madrileños por el mundo, toledanos por Murcia…(y todas las variantes de un mismo programa). Pero no eran tan guays como los d

El extranjero ya no es lo que era

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Cuando hablo de extranjero me refiero al sitio donde viven los guiris… Esperad, que voy a especificar un poco más. No, no hablo de Mallorca, ni Torremolinos o las Islas Canarias, sino de otros países que no son España. Ahora que ya he aclarado a qué me refiero por el extranjero, tengo que explicar la segunda parte del título del post, lo de que ya no es lo que era. Pues eso, que antes era distinto, el extranjero estaba muy lejos. No, tampoco es que lo hayan movido, que tampoco pondría la mano en el fuego, sino que ahora es mucho más fácil, rápido y algo más barato desplazarse a otro país. Además de un tiempo a esta parte todo se parece cada vez más. Los edificios son similares, todos tienen puentes de mi admirado arquitecto, pero no por ello menos caradura, Calatrava, las tiendas son iguales, también hay gente que se llama Jonathan, Kevin, Jessica y Brenda.  La comida cada vez es más parecida en todos sitios, casi todos vamos vestidos de forma muy similar (me refiero a l

Tengo un sueño

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¡Qué injusta es la vida! Martin Luther King tuvo un sueño y ahí le tienes, todo el mundo se acuerda de él e incluso tiene un día festivo en Estados Unidos. No me hagáis mucho caso, pero para mí que algo más haría. No está demostrado que fuera el mismo Martín que encontró un ratón “debajo un botón”, pero prometo investigarlo o hacer un llamamiento en las redes sociales para resolver esta duda que me está corroie… corrollen…corroyend….bueno, que me quita el sueño.  Digo que la vida es injusta (pero esto no es nada nuevo) porque yo tengo mucho más sueño que este señor y estoy convencido que no pasaré a la historia, ni me dedicarán calles. ¡Qué le vamos a hacer! Da igual a la hora que me levante, siempre tengo sueño.  Claro que mi discurso sería distinto, más corto, más fácil de recordar, menos original.  No creo que mecagüenlaputaquésueñotengo pase a los anales (que palabra tan dada a la chanza) de la historia de la humanidad. Y ahora que lo vuelvo a ver, me parece que el Señor M

Nos siguen engañando

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¿Os acordáis cómo nos engañaban cuando éramos pequeños? Si no lo recordáis, no pasa nada, nos siguen engañando ahora que somos mayores. No, no hablo de los políticos. Bueno también. Los políticos nos engañaban antes, lo hacen ahora, y lo seguirán haciendo por los siglos de los siglos (siento ser pesimista con este tema, pero creo que esto no cambiará nunca).  Pero no vamos a echar la culpa de todo a los políticos. Al fin y al cabo, y aunque no lo parezca, ellos también son personas. A lo que me refiero en el título, es que desde que somos pequeños vivimos en la mentira, o utilizando el vocabulario de los políticos, nos dan explicaciones o declaraciones que no se ajustan a la realidad en forma parcial o total.  Los mayores te dicen: “ Ya lo entenderás cuando seas mayor ”. Y te haces mayor y tampoco lo entiendes.  Y no será porque tú no preguntas. Hay una época de la vida en la que los niños se pasan preguntando ¿por qué? una media de 50 veces al día. Hay algunos que incluso de