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Mostrando las entradas etiquetadas como Paquirrín

Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

11 Señores (o señoras) que puedes ver en un estadio de fútbol

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No te voy a hacer una lista de futbolistas, que para eso ya están los señores del As y del Marca, o cualquier informativo (¿Os habéis dado cuenta que hablan más de fútbol que de todas las noticias juntas? 30 minutos de política, sucesos, internacional, vídeos de Youtube, el tiempo y 45 minutos de deportes… Bueno, del Madrid, el Barcelona, alguien jugando al tenis y cualquier otro deportista). ¡Ya está bien! Tampoco voy a enumerar (¡Qué bonita palabra!) a todos y cada uno de los que van a los estadios. Con la de campos de fútbol que hay en el mundo y la de gente que va a cada uno de ellos, sería imposible. Y aburrido, muy aburrido. Lo que sí voy a hacer es agruparlos en grupos, que es como se agrupan las cosas, para que reconozcas a algunos de los que van al fútbol. Si no has ido nunca, ya sabes a qué atenerte, y si ya has estado, puede que seas uno o una de ellos. Vamos con los grupos agrupados:

No me gusta que escribas “asín” o digas esas cosas

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Y vosotros diréis ¿Y a mí qué me importa qué le gusta o no le gusta a este pollo? ¿Si algo está bien o mal escrito lo decide aquí, el que escribe el blog? ¿Quién eres tú para decirme cómo se tienen que escribir las cosas? Vale, vale, ¡Para ya! ¡Que tienes razón! No soy nadie para sanarte, pero una palabra tuya (ya me he vuelto a liar con las escrituras). Os debería dar igual qué considero bueno o malo o qué está bien escrito o no. Pero tampoco le debería importar a nadie con quién se lía Paquirrín. O cómo se corta el pelo CR7. O si la mujer de un ex-ministro vive en París y él se va con ella (bueno, eso igual sí, porque le vamos a pagar entre todos su casa en los campos Delicious , o como se pronuncien los campos de “Paguí”). Una vez que hemos dejado claro qué no debería importarte, yo, de todas maneras, te lo cuento. Pero avisado quedas. Y ahora vamos con lo de escribir malamente.

Me dan miedo 9 de cada 10 dentistas

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¿Os acordáis del anuncio en el que todos los dentistas (menos uno) recomendaban el chicle sin azúcar? ¡Qué cabrón! Ya le estoy viendo repartiendo chicles con terrones de azúcar, bolsas enteras de chuches y caramelos a las puertas de los colegios. Pues sí, el famoso  dentista que recomendaba Trident con azúcar era el mismo que se apostaba en los colegios para dar “droja” camuflada a los niños. ¡Mala persona donde las haya! ¡El mismo tío! Y todo para que vayas a arreglarte los dientes.  Yo nunca vi a nadie en la puerta de mi cole repartiendo caramelos, pero si todo el mundo habla de él, seguro que existía. Lo que pasa es que Carabanchel no le pillaba a mano o algo, y no trabajaba la zona. De hecho, para demostrar que existía, ahí tenemos información sobre él en la Frikipedia (fuente fiable donde las haya).  Como os decía en el título, tengo miedo a 9 de cada 10 dentistas. Como sólo conozco a 5 o 6 aún no he dado con el odontólogo bueno. Existirá, no lo dudo, pero aún no le h