Así fue o podría haber sido

Imagen
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Manuales de instrucciones para hombres


Siento defraudar a los que esperabais que escribiera un manual de instrucción para saber cómo manejar a los hombres. Realmente tampoco hacen falta muchas instrucciones para eso. Somos muy simples.


La mayoría de los hombres no necesitan leer las instrucciones de ningún electrodoméstico. Quizá debería comenzar la frase otra vez. La mayoría de los hombres piensan que no necesitan leer las instrucciones de nada. Ni electrodoméstico, ni un coche, ni un “cobete”, ni nada. Que un tío llega a una nave espacial y da a cuatro botones y aquello comienza a funcionar. Y si no, le damos un par de golpes que así se arregla todo. Para eso somos hombres.


A pesar de que estoy seguro de que muchos no lo vais a leer, (de hecho ni siquiera un 0.0001 % de la población masculina leerá este post, lo que refuerza mi teoría), yo por si acaso os voy a contar algunos de los problemas que tenemos los hombres con las instrucciones. Parece mentira que os tenga que instruir.  

El Navegador

Vamos a empezar por el principio. Aquí ni siquiera hay que leer. El navegador te lo va diciendo todo. Ya sabemos que un hombre de verdad, no pregunta por dónde se va a ningún sitio, él lo sabe… y jamás se pierde, va por rutas alternativas, explorando nuevos caminos, nunca antes transitados.


Tantos ingenieros diseñando navegadores para decirte que en la rotonda toma la tercera salida y a doscientos metros gira a la derecha… Lo que de verdad deberían decir es cosas como: Sigue al Ford Fiesta rojo. Tira por donde va la moto. Corre más que “tese” va poner el semáforo en rojo. Deja de mirar a la rubia de al lado y atento al de la bici que te va a hacer una pirula. ¿Sabes dónde está el bar de Paco? Pues al lado, dónde vive la Mari. Nada de calles con nombres raros. Mucho mejor, ¿no?


Coche

¿Habéis visto alguna vez las instrucciones de un coche? Todo lo que sea más largo que un periódico deportivo (20 páginas y con muchas fotos) no debería estar permitido. ¿Quién necesita leer las instrucciones de un coche? Hay marchas para “alante”, y una para atrás (sólo una, la que rasca cuando la metes). El volante tiene el pito en el centro (como tiene que ser), y todo lo que está a los lados no son más que elementos superfluos, intermitentes (si nadie los usa). Además, dentro de nada, se conducirán solos. Otra cosa, es el “arradio” del coche. Mucho más sofisticado que la mayoría de los automóviles.


Radio

Vosotros diréis. Si un coche no necesita instrucciones, ¿Dónde está la lógica en las instrucciones de la radio? Si total, siempre aparece Radio María. Da igual lo que sintonices. O gente hablando de fútbol, o de Cataluña (o fútbol de Cataluña). Pues sí que hace falta. Si no, ¿Cómo vamos a saber que girando a la derecha o dando al botón más sube el volumen, y dando al menos, se baja? Y luego hay que grabar las emisoras. Con el número 1, televisión Española, con la 5, Tele 5… ¿O esto es para otra cosa?


La Tele

Las teles buenas buenas, las que tienen miles de pulgadas, cienes de amperios por segundo y además, son en color (con muchos colores, incluido blanco roto, y carmesí, probablemente el nombre más cursi para un color), no llevan instrucciones. El primer día que la enciendes te va dando los pasos a seguir. Te ordena los canales (como le sale de los cojones que para eso es una tele inteligente), pone la intensidad de la luz dependiendo del Meridiano de Greenwich, y el volumen exacto para joder a los vecinos a la hora de la siesta. ¡Y ya! El segundo día, no sabes qué hacer con ella. Luego si necesitas ayuda, te vas a “yutú” y te cuentan paso a paso todo… menos lo que de verdad quieres averiguar. Te gastas 2000 euros para ver Tele 5, que ni hay fútbol ni documentales de animales, ni nada.


Lavadora

No dudo que haya hombres que pongan la lavadora. Pero no me negaréis que somos un poco torpes en general. Que me lío con los programas… ¡Más programas tienen las televisiones y os sabéis a qué hora es cada uno! ¿Y revoluciones? Os quedasteis con la revolución industrial y la rusa, pero con esto, nada. ¿Temperatura? Si yo lo que quiero es meter ropa y que salga limpia, y que huela a frutas del bosque y las toallas no rasquen. Ni fría ni caliente. Limpia. El libro de instrucciones es preguntar a la mujer que tengas más a mano, porque claro, ellas nacen sabiendo poner lavadoras. Está en sus genes #amosnomejodas.


Plancha

La de la ropa, no la de los chipirones, aunque tienen el mismo principio activo. Dejar las cosas "niqueladas". Es ese aparato en el que está todo indicado. La temperatura, los diferentes tipos de tejidos, el “bujero” de echar agua. Todo está bien señalizado. Pues bien, no hemos aprendido a manejarlo y no hay instrucciones que te instruyan para la “planchación” o el “planchamiento” correcto.


Microondas

Pocas cosas hay más sencillas de utilizar como el microondas. Tú metes cosas allí y salen calientes. Como en algunos sitios de carretera que tienen lucecitas y… No hace falta que siga, que ya habéis cogido la idea. El caso es que tiene menos misterio que la final de Operación Triunfo de este año (como hilo con la actualidad). Pues lo hacemos mal. De hecho si en algunos tienen que decir que no se meta el gato, o que no metas la cabeza en una bolsa y cierres la puerta del microondas (que si la logras cerrar, ya tienes un problema), es que no será tan sencillo de usar. Ojo, que los Gremlins tampoco son compatibles. Ni agua, ni comida, ni microondas. Pues no eran “delicaos” esos bichos, ni nada.


Grifo

Punto azul - agua fría, punto rojo - agua caliente, punto cristal - escribe normal. Y ahí deberían acabar las instrucciones. Pero luego salieron esos grifos de ducha que tienen chorros, chorrillos, lluvia, tormenta, chubascos, y marejada en el mar de Alborán. Aquí lanzo una lanza, rompo una flecha… el caso es que pido que en los hoteles pongan ya de una vez unas flechas para decir cómo funciona la jodía ducha. Entre otras cosas que ya expliqué previously en capítulos anteriores del Cigarrito.


Taladradora

Aquí más que un libro de instrucciones, lo que necesitaríamos es una aplicación para que no funcionara el puto trasto a la hora de la siesta o por la noche. ¿Que quieres utilizarla a las 5 de la mañana? Te suelta un calambrazo que te quedas como en los dibujos animados. Y ya puestos, ¿No se podría taladrar más bajito? (no, no me refiero la altura de la pared, sino el volumen). Si lo han conseguido con una pistola, estoy seguro que también se podría hacer algo.


Campanas

Hablamos de las extractoras... Si necesitas un manual de instrucciones para las otras, las del badajo (preciosa palabra, por cierto), quizá tengas que hacértelo mirar.


Podríamos seguir con la cafetera y la tostadora, y hacernos un desayuno como dios manda, y luego con el aspirador, y el frigorífico, y decirnos que los vasos se ponen boca abajo en el lavavajillas y que en la termomix hay que meter la comida para que la haga… Así cualquiera. Lo suyo sería que te apetezca un cocido y que no tuvieras que preocuparte por comprar garbanzos, ni el chorizo, ni nada. Que de verdad fuera un robot que no necesitara instrucciones, y que planchara…


El robot de la imagen no está disponible o fuera de cobertura… Tendremos que esperar algún tiempo todavía.

Comentarios

  1. Pues creo que va a ser muy útil éste manual. Yo me lo voy a repasar muy detenidamente.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por leer el blog y dejarme un comentario!

Entradas populares de este blog

10 ejemplos de críticas de cine si no las escribiera un crítico de cine.

Resumen de lo más mejor y lo menos mejor

Oscar, Goya y otros señores que dan premios a los peliculeros