Así fue o podría haber sido

Imagen
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Descubriendo a Colón. 10 cosas que no nos han contado bien… ni mal

No sé porque ahora le ha dado a todo el mundo por meterse con Colón. Personalmente me cae bien. Un tío que lo que más le gustaba era viajar y conocer sitios nuevos. Nos trajo el café. Tiene estatuas por todas partes (aunque algunas las pongan en el puto medio) y algo relacionado con un huevo (desconozco los detalles de qué huevo era). Tendría que documentarme un poco más pero no se puede estar a todo, y seguramente algo haría para que la gente le critique, pero estamos a otra cosa ahora.  


De Colón se dice que era italiano, pero a mí me suena muy español todo lo que hizo. Un día se plantó ante Isabel (la reina) y le pidió dinero para irse a dar la vuelta al mundo. ¡Con un par de cojones! ¡Hola Reina! Que quiero que me patrocines un viaje. Vete tú ahora a pedir pasta a los reyes y ya verás qué risa. Y va la reina y se lo da. Y ni corto ni perezoso (que expresión tan bonita) se va a hacer las Américas (como las folclóricas). Sin Google, ni maps, ni nada. Y sin poder preguntar a nadie por el camino. Y nada de gomina, ni ropa de marca… ¿Cómo va a ser italiano?


Me quedan muchas dudas sobre este hombre y su historia. Voy a consultar algunas fuentes y en un rato vengo para contaros lo que he podido averiguar sobre Colón. No descarto que haya película sobre el tema. Depende de lo que encontremos en la fuente.

Os dejo unos minutos musicales y cosas de fuentes.




Bueno, pues estamos de vuelta. Vamos con las cosas de Colón y sus viajes.

¿De dónde era?

Con toda la gente que le conoció y que nadie sepa de dónde es… A mí esto me escama. Yo creo que estaba en un programa de protección de testigos de la CIA. Como en aquella época no se hacían fotos, pues los pasaportes eran un poco reguleros. Se hacían un dibujo y luego se ponían barba y bigotes con un boli bic (ya había bolis bic, pero sólo bic cristal que escribe normal). Y el tío se cambiaba el pasaporte todo el tiempo. Que si ahora otomano, luego portugués, aragonés, genovés (por donde andas), bohemio de Bohemia, soñador… Menudo listillo Colón.


¿Dónde se estudia para ser marinero?

Que a lo mejor no habíais caído, pero es que no había formación profesional rama marinero, ni cursos CCC de navegante ni nada por aquella época. Todo lo tenías que aprender con contratos en prácticas. Y Colón se hartó de ser marino becario. Que arríes velas, iza anclas, gira a estribor, pide las cosas por babor… (perdón, se me ha escapado). Pero título como tal no tenían. Tampoco tenía que presentar el CV en ningún lado, menos mal.   


Crisis de los 40

Cristóbal ya rondaba los 40 y veía que su vida no iba a ningún lado. Bueno, iba a muchos lados, pero que no tenía sentido. Y como en aquella época no había Ferraris o “Jarlis Davison”, pues ahí le tenías pensando en cómo pasar la crisis de los 40. ¿Y si me voy a la India a meditar? Y lo demás es historia.

  
Negociando con la reina

Ya me imagino yo a Cristobal con la reina Isabel. Que si me prestas unos maravedíes, ¿no tendrás unos doblones sueltos para irme a la India a meditar?. Y la reina que para qué vas a ir a la India y Colón que quiero ver mundo y conquistaré tierras para Vuesa Merced (siempre quise meter esto en un post) y venga vale, te dejo tres carabelas, un par de bolsas de esas con un nudo y con monedas dentro. No te olvides la Biodramina que el mar da mucho mareo.


La compra para el viaje

Como no sabían lo que iban a tardar pues hicieron una compra grande. Dos carros llenos. No había Carrefour todavía, pero ya había chinos de todo a 1 Ducado (sin filtro ni nada). Como todavía no había patatas fritas en Europa (ni sin freír), ni panchitos (ni una broma con esto), pues compraron pasta de esa que se hace con agua (cosas de los chinos), unas cervezas de las que hacen los monjes, naranjas, limones (para los gin tonics), frutos secos, latas que siempre hacen apaño, unas gallinas, gorrinos y dos vacas. Lo que viene siendo una versión granjera del arca de Noé.


¿No hará mucho calor para ir con medias?

Ahora con las cosas modernas sabes el tiempo que va a hacer en cualquier sitio, pero como América no se había descubierto pues no podían mirarlo. Y se fueron, un poco arropaos. Que ahora sales un 3 de agosto para Cancún y aunque te peles de frío en el avión vas con chanclas y bermudas. Pues Colón y los Pinzones, que eran unos marineros, se van con los leotardos puestos, con capas, armaduras (como una sota de bastos iban todos) y, esto no está confirmado, con una camiseta de esas de tirantes debajo por si refrescaba por la noche. Seguro que en los siguientes viajes ya aprendieron, pero los indios fliparon al ver a esos señores tan abrigaos, y pasó lo que pasó, que les contagiaron el sarampión y otras cosas del montón.


Otra partida de tute

Ahora os quejáis de lo largo que se hace el viaje hasta América, pero en 9 o 10 horas estás allí. Estos señores se tiraron 70 días (es lo que tiene el no preguntar). Y sin tele, ni iPad. Juegos algunos, pero pocos. El ajedrez, las damas, algún listillo que hacía Sudokus, unas cartas, el escondite (el español sólo, nunca nos llevamos muy bien con los ingleses aunque mandaran a las princesas a casarse con sus reyes). Ni siquiera una triste radio para escuchar el Carrusel y saber cómo iban las guerras de la época.


La foto de llegada

¿Sabéis esas fotos que te hacen en algunos sitios al llegar? Que entras al zoo, foto. Vas a subir al Empire State, foto. Montando en la montaña rusa y a punto de “descomer” por la impresión, otra foto. Pues al llegar a América no había ningún fotógrafo para inmortalizar el evento. Sin embargo, ya había un pintor. Que te cobraba el cuadro por una pasta, pero ¿como no vas a coger el cuadro si es un recuerdo para toda la vida?. Y ahí tienes a Colón y a los Pinzones, los marineros, y a un cura que pasaba por allí a pleno sol en la playa con los leotardos llenos de arena, de esa tan fina que hay por el Caribe, posando... una vez por cada copia (que no se había inventado la fotocopiadora ni nada). 


Un purito y pelotazo de ron

Lo que más llamó la atención a Colón y a los hermanos Pinzones, que eran otros marineros, fue que en la playa había unas especies de sombrillas gigantes. Allá que se sentaron un rato a descansar y apareció un mozo ofreciéndoles un licor espirituoso y un tizón ardiendo para que lo chuparan (el tizón). Que estaba todo pagao, todo incluido decían. Y Colón descubrió que aquello era bueno y se pasó un mes tomando ron (de garrafón) y fumando puros. Y de postre un plátano y un cafetito sólo, sin azúcar.

  
¿Qué me has traído?

Ya sabéis cómo son los hijos. Pues el de Colón no iba a ser menos. Y había que traer un regalo de allende los mares (qué bonita expresión y que bien traída). Como no le iba a traer alcohol, pues le dio un par de cigarros puros (pero puros del todo, sin aditivos ni colorantes) para que se hiciera un hombre. En la época estaba bien visto lo de fumar. A la familia unas patatas muy ricas, y tomates de la huerta que se había hecho allí en La Española. Ya en los otros viajes trajo oro, incienso (pasó de la mirra. Ni siquiera miró si había porque total para qué). También estuvo por Jamaica, y le ofrecieron unos cigarritos que te hacían de reír. Volvió con las típicas trencitas esas que se hace todo el mundo cuando va para el Caribe.  Lo que más llamó la atención es el bronceado que traía… y lo que duraba en aquella época el moreno. Y el mal carácter que se le ponía cuando se acababa el tabaco… Colón el irritable le llamaban.


Bueno, pues ya sabéis algo más de Colón, o no, ¡yo que sé! Lo que no os voy es a revelaros mis fuentes…  Hasta el próximo programa amiguitos.

Comentarios

  1. Pues porque yo nací un poco más tarde, pero si hubiera sabido lo divertido que fue su viaje, me voy con él, seguro.

    ResponderEliminar
  2. Javier, des-colon-ate de este tio, pues tienes que prepararte para la próxima historia. Gracias muchísimas por hacernos disfrutar.

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Pues es verdad que sabias "lo" de Colon!!

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Y así gracias a Colón, hay tiendas de ultramarinos... patatas, bachatas, mulatas, y psiquiatras argentinos...

    https://www.youtube.com/watch?v=KGItMMPtL5U

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por leer el blog y dejarme un comentario!

Entradas populares de este blog

10 ejemplos de críticas de cine si no las escribiera un crítico de cine.

Resumen de lo más mejor y lo menos mejor

Oscar, Goya y otros señores que dan premios a los peliculeros