Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Gente que va a las bodas. Capítulo I, las señoras

Estamos otra vez en la temporada de bodas. Todo llega. En cuanto sale el sol, la gente venga a casarse. Que nos queremos un poco, nos casamos. Que no nos queremos, o nos queremos, pero de boda, nada de nada, pues ya me habéis jodido el post… Pero vamos con los que se casan, que también los hay.


Os preguntaréis por qué sólo hablo de señoras. En la mayoría de las bodas también hay señores. Efectivamente, pero vamos por partes. Primero las damas. Que yo siempre he sido un caballero.


El caso es que da igual dónde se celebre la boda. Siempre va gente muy parecida. Es lo mismo que sea en el Norte, en el Sur, en Inglaterra, Italia o en la China Popular... Bueno, en China, tengo que reconocer que la gente es mucho más parecida… Yo no distinguiría entre los diferentes tipos de señoras… y es muy probable que les confundiera con algún señor.



Si hay algún chino leyendo (me refiero a que lea este post, que seguro que hay muchos chinos que lean. Por probabilidad básicamente), seguro que piensa que nosotros también somos iguales… Pero, a lo que vamos.  Os presento a las señoras que van a las bodas.


La novia

Sin ella no hay boda. Puedes decir que sin novio tampoco y tendréis razón, pero ahora estamos hablando de las chicas. Y punto. Pues eso. Que la novia es la que llega tarde. No porque sean poco puntuales (esto no va con el sexo... quiero decir que no tiene nada que ver si eres hombre o mujer para llegar tarde... aunque si es por sexo se acepta llegar tarde... dejadme en paz que me estoy liando). El tema es que es tradición que lleguen tarde y vienen en coche. Quedaría muy feo ver bajar a la novia del autobús o saliendo del metro para ir a la iglesia. Y suele ser un coche especial, de los que molan. Y van pintadas (las novias), y muy peinadas, con recogido. Que se ve que han ido a la peluquería, vamos. Y no paran de sonreír, y están radiantes como el sol cuando amanece... me parece que me estoy liando con la canción.



La madrina

Suele venir por parte del novio. Muy probablemente es la madre de él. Es la que viene siendo la suegra de la novia. Es tradición que se le diga lo guapa que va, aunque sea mentira. Y en muchos sitios también es normal que lleven peineta, como las ministras cuando van a ver al papa. Y mantilla. Lo que no tengo claro es si se ponen la mantilla blanca o la mantilla azul. Si no se ponen mantilla, no pasa nada. El caso es que vayan vestidas. Quedaría muy feo que se quedaran en faja y combinación, pero oye... cosas más raras se han visto.


La madre

Viene por parte de la novia. También va muy guapa, pero aquí la prota es su hija. Suelen llorar en las bodas, la madrina también, y la novia... y un señor que pasaba por la iglesia que se le había metido algo en un ojo.  Pero eso es otra historia.


La abuela

No tiene por qué ser necesariamente abuela de nadie. Ni del novio, ni de la novia. Pero es una señora mayor. Muy mayor. En todas las bodas hay una señora muy mayor. Y todo el mundo la besa. Muchas veces. Y ella se deja, porque para eso es una señora mayor y está encantada de que le den besos... menos las señoras mayores que no quieres que les den besos, y no están tan encantadas.


Barbie Malibú

Siempre hay una invitada que tiene un color especial, como Sevilla, pero en marrón. Nadie tiene un color así. Únicamente esta señora que siempre va a las bodas. Yo creo que ésta sí es la misma. Suele ir con una falda corta, con unos tacones como los zancos de las fiestas de los pueblos y del brazo de un señor... muy probablemente para no caerse de los tacones... También suele llevar accesorios de animales... leopardo, tigres, cebra, o mapache.


Jodé con la prima Vera

¿Te acuerdas de la primita que hacía tantos años que no veías? Pues es aquella moza. No, la que va vestida de morcilla de Burgos, no. La otra. Esa. La maciza. Esa que tiene cara de no querer estar ahí, pero que todo el mundo está encantado de que haya venido. Probablemente la sienten todavía en la mesa de los niños, pero casi todos los mayores querrían sentarse con ella.


La tía del pueblo

Sí. Suele ser la mujer del tío del pueblo. Y se la ve de lejos, y se la oye desde más lejos todavía. Hace mil años que no te ve y te lo repite otras mil veces. Ay que ver, con lo pequeño que eras, y lo grande que estás... Bueno, un poco gordo también y con menos pelo. A ver si te cuidas. Y tu hermana, con lo mona que era y ahora como está... Y es que la diplomacia no es lo suyo.


Damas de honor

Como salen en las pelis americanas, pues se está poniendo de moda. Antes eran las amigas de la novia. Pero ahora se disfrazan todas iguales. y les ponen un vestido que sienta bien a casi todas, menos a esa amiga gordita, que parece una caja de bombones, tan cuadrada y con tanto lazo ...


La hermana

Puede ser hermana de uno de los dos. O del novio o de la novia, tampoco había mucho donde escoger. Es a la que le preguntan... ¿Y tú para cuándo? Y ella sonríe sin decir nada, pero por dentro se está cagando en las muelas de todos los preguntadores. Y también ha ido a la peluquería... como casi todas, y tiene un vestido precioso, y le gustaría estar en cualquier otro sitio antes de seguir en la boda.

La señora que saca a bailar a todo el mundo

¿Pero qué les ha dado a estas señoras? Que no quiero bailar, que me suelte. ¿Qué interés tiene esta señora de que todo el mundo baile? ¡Baila tú, tía loca! ¡Que me dejes en paz, que …! ¡SOCORRO! Bueno, una lenta y ya está... Por cierto, ¿Usted quién es?




¿Por qué llora?

No sabemos quién es, pero se ha pasado toda la ceremonia llorando. En el banquete ha estado un poco más tranquila. Puede que sea una amiga de la madre, la profesora de religión de la novia, la vecina de abajo.... o la que paga la boda.



En el próximo capítulo hablaremos de Los Otros... Los señores que van a las bodas.


Comentarios

  1. Pues la verdad verdadera es así los parecidos con la realidad son auténticos. Pero en éste blog me hacen reír más.

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  2. Verdad verdadera ero en el blog, los comentarios me hacen más gracia.

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