Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

10 cosas que quiero que tenga mi próximo teléfono móvil

Hace menos de un mes que presentaron un teléfono que revolucionará el mundo mundial (como otros 200 antes que éste). Y es que es más grande y puedes hacer fotos y montar a caballo, y te puede llamar todo el mundo (no le veo la ventaja) y ver la tele y además tiene en la parte de atrás una manzana a medio “mordiscar”. Y la gente hace cola para ser el primero en tenerlo (como te lo cuento Mari. Yo también flipo. Aunque esperes días y noches y estés sin dormir a la puerta de la tienda, ¡Hay que pagarlo! Y tampoco serás el primero en tenerlo).


También hay gente que no va a comprar este teléfono. Bien porque no les gusta, o sí, pero no tienen pasta, o sí la tienen, pero es para otras cosas, o… (y así sustantivamente) y le sacan todas las pegas del mundo. Que la pantalla es muy grande, que yo la tengo más pequeña, que con lo que tengo, me sirve, que si el mío tiene más voltios, que tu batería es peor que el profe de inglés de Ana Botella, que si el teclado no tiene ñ. Y nunca llegarán a un acuerdo.

El teléfono perfecto aún no está inventado, pero yo tengo claro lo que quiero para mi próximo móvil. Los que hay ahora están bien, con todos sus números y letras y su cámara para hacerte fotos por delante y por detrás (¡Por favor, parad ya con las retrataciones!) y con más memoria que una banda de rencorosos, pero aún faltan cosas. A saber:    


10 cosas que les pido a los señores que hacen los teléfonos

1.- Larga vida a la batería

Lo de utilizar la batería del coche para cargar el móvil sería útil, pero poco práctico. Poner al batería de Iron Maiden tampoco es buena opción, que hace mucho ruido. ¿Pero algo apañao que dure por lo menos una semana? Es que ahora vas con cables, enchufes, cargador titular y suplente, batería supletoria (¡qué palabra tan poco bonita. Yo no sé vosotros, pero oír la palabra supletorio y apretar los glúteos es todo uno). ¿No hay nada para que se recargue con el movimiento? ¿O mejor que se cargue escribiendo (sin faltas de ortografía)? Escribes 5 “guasaps”, dos correos, pones dos likes y un chiste en Facebook, un tweet para meterte con el gobierno o con “Pablemos”, o con los que no mandan, y ya tienes teléfono para una semana. Poneos con ello, ¡pero ya!

No, esta batería tampoco vale.

2.- Dulce Despertar

Ya sé que puedes cambiar el zumbido o el timbre de la alarma del teléfono, pero lo que quiero es un despertador en el más amplio sentido de la palabra. La palabra alarma ya asusta (alarma alarma, amor mío alarma). Lo que quiero es algo diferente. Algo más cariñoso. Como si fuera una película de esas en las que la gente se acuesta con otros pero no se ven desnudos y se tapan con la sábana. Alguien que te despierte con una sonrisa, que te traiga el café o el Cola Cao o lo que tomes por la mañana, y te deje un ratito más en la cama. Y te diga lo guapo que estás, aunque las legañas no te dejen abrir los ojos, y tengas el pelo como si se te hubieran subido a la cabeza dos ardillas epilépticas buscando nueces. ¿Habéis tomado nota?


3.- No me cuentes calorías

No quiero saber cuántas calorías tiene una tarta de chocolate. Ni las vueltas que tengo que dar a un estadio (que equivale a un campo de fútbol por fuera) para perder todas esas calorías. Lo que quiero en un teléfono es que haga desaparecer las calorías. Que me pueda comer tranquilo esa fabada sabiendo que le paso el teléfono antes por encima del plato en cuestión (a ser posible sin publicarlo en Instagram ni en ningún sitio) y se van las calorías. Que el teléfono te diga que el chocolate engorda, ya lo sé yo ¿no te jode? Lo que quiero es estar hecho un figurín… Pero sin pasarme… y no quiero señalar a nadie. 


4.- ¿Contraseña, huella digital, pupila? ¡Qué te pires ya!

Ahora para cualquier cosa necesites saberte la contraseña, el pin, el número de usuario, el lugar de nacimiento de tu primer profesor de gimnasia… ¡Hostia ya! Vamos a hacer las cosas más fáciles. El teléfono sólo funciona contigo. ¿Que se lo quieres dejar a tus hijos? Nada, no puede ser. ¿Que tu churri quiere ver tus mensajes de Whatsapp? Imposible. El teléfono es tuyo y sólo te hace caso a ti. ¿Cómo se hace? ¡Yo que sé! Yo digo lo que quiero, no cómo hacerlo. Ya hay señores “inginieros” que se dedican a estas cosas ¿no?


5.- Pantalla irrompible y anticaída

Yo propongo el modelo Sandra Bullock en Gravity. Mira que se da golpes y le pasan cosas en el espacio, y nada, que no se rompe. Pues yo quiero un móvil así. Casi mejor, el teléfono que nunca se caiga (lo están probando con el rey Juan Carlos primero y luego con los móviles, pero los resultados poco prometedores). También podría haber un modelo George Clooney. Irrompible no es, pero es muy amable, atractivo, sonriente y siempre se paga un café.



6.- La opción Andevás de Android o iMadre para Apple

¿Estás a punto de enviar un mensaje lleno de faltas de ortografía y del que seguro que te vas a arrepentir? ¿Eres político y vas a enviar ese tweet? ¡¡¡No envíes ese whatsap a tu ex!!! Esta opción te evita disgustos. No deja enviar el mensaje y además te suelta una pequeña descarga en la mejilla (a elegir en cuál de ellas) mientras te dice. “¿Pero estás tonto o qué? Ni tuiter, ni tuitar. Anda, suelta el móvil si no quieres que te suelte otra y te vayas a la cama sin cenar…” Y además sin la opción despertador guay (véase más arriba). El mensaje puede variar dependiendo del país y del idioma. Customizable que dicen ahora.

7.- ¿Qué hay de nuevo?

Mi teléfono se guarda las malas noticias. Hay que ir enseñándole poco a  poco porque las noticias pueden variar dependiendo del interesado. Que Justin Bieber se retira de la música puede ser una noticia cojonuda, o… muy buena (no era el mejor ejemplo). Ya estoy harto de malas noticias. Me gasto una pasta en el móvil para que encima me diga cosas que no me gustan. No, no y no. ¿Que es difícil? Ya lo sé, por eso no lo han sacado todavía.


8.- Bloqueador etílico

Digamos que el tercer Trinaranjus que te has tomado, te ha sentado mal. Que has comido algo en mal estado y lo has mezclado con 10 cervezas. Pues tu móvil no te dejará utilizarlo cuando estés malito para evitar recaídas. No es que me haga falta, es para un amigo.

9.- No more cansinos y equivocaciones

“¿Podría hablar con D. XXX XXX (¡Qué nombre tan misterioso! ¿verdad?). Quería ofrecerle una oferta muy ofertosa que… ?” Nunca mais. Mi teléfono tendrá detector de cansinos. No me pasa llamadas a no ser que la oferta sea difícil de rechazar, pero como de esas hay muy pocas... Además, detectará si van a preguntar por un número equivocado. “ ¿Pero no eres Paco? ¡Pues tienes que ser Paco!” Para evitar que al final te convenzan y te cambies de nombre, también bloqueará estas llamadas.


10.- Nuevo navegador con opciones Premium

¿Estás harto de que la señora que te va guiando se enfade cuando giras? ¡Y qué genio se le pone! Sólo le falta regañarte. ¡Se acabó! El nuevo navegador va a ser mucho más amable. “No pasa nada campeón. La próxima vez te avisaré un poco antes para que te dé tiempo a girar. No sé en qué estaría yo pensando. Venga, no pasa nada. Sigue recto durante 200 kilómetros que ya te aviso cuando puedas girar. Pero sin prisa que tampoco es para agobiarse”. Mejor ¿no? Y además, vendrá con indicaciones extra. “Estamos a 30 kilómetros de Tajuña del Guadiana. En la plaza está el bar Felipe. Te ponen un jamón de lujo. Di que vas de parte mía y te ponen el bueno bueno. No el que sirven a los turistas. El fetén, fetén”. Bueno, ha sonado un poco cuñado, pero habéis cogido la idea ¿verdad?


One more thing… o bonus track

Ya puestos a pedir, me gustaría que incluyera también la característica “iQuejoderse” o “Niteseocurra”. Como no todo el mundo tendrá mi teléfono (porque no es compatible con según qué personas), le voy a añadir esta opción para cuando me envíen fotos, o mensajes, vídeos… Porque vamos a ver ¿Qué necesidad tengo de ver según a qué personas desnudas, o vídeos de gente cayéndose? Que me llega un mensaje sin puta gracia, se activa la opción (bloquea el mensaje) y llama a “tu amigo” a la hora más intempestiva, diciendo: “Niteseocurra informa: Tú vuelve a enviar tontás a otros teléfonos y prepárate para recibir mil llamadas diarias de Movistar, Vodafone, Canal Plus y de tu tía Margarita. Sí, la hermana de tu madre. La gorda no, la otra, la que no calla ni debajo del agua”. Acojona ¿eh?

De momento está en fase de pruebas, pero este vídeo ya está en la lista negra.

La música, la letra, los subtítulos. El que escribe para criticar al vídeo también tiene un par de gorrazos.

Ahora, a esperar a que los señores que hacen móviles espabilen y se pongan manos a la obra. Cuanto más compartáis el post, más fácil es que nos hagan caso ;) 

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